Flor de Magma: Ensueño y Fuego.
Tus labios, al inicio, fueron néctar, vino sagrado de divinas ánforas. Tu beso descendía como un cántico, sutil, sagrado, trémulo y fuego, capaz de detener, con su misterio, la rotación sagrada del Olimpo.
Después, la miel trocóse en llamarada:
cada latido fue trueno de lira, cada aliento, huracán de mirra ardiente; tu boca, flor de magma.
Cuando el vértigo, súbita corona, me ciñó con su gloria estremecida, abrí los ojos… Y la ilusión, ya lejos, se deshojaba en brumas de la noche.
Dormías con la paz de los querubes, envuelto en sombra casta y armoniosa, y yo, velando, sola entre centellas, anhelaba, con alma de Sibila, que aquel beso imposible y encendido hubiese sido un himno verdadero.
-Adahí Miranda.
-
Autor:
Leviatán. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2025 a las 19:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.