La vez que fuiste luminosa cumbre
en aquel pedestal de blanca cera,
creístete inmortal, mas la postrera
negrura te ciñió su pesadumbre.
Hundiose la materia en mansedumbre,
y la mecha, yaciendo ya a la vera
de su gastada roca, así quisiera
volver a arder, fogosa en su costumbre.
Por tantas veces el fulgor llamado
de la vida, que por su aclamación
otras tantas de nuevo va y se muere.
Oscuro epílogo de aquel legado,
ansí nos lo recuerda el corazón:
todo se gasta y pierde si viviere.
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Autor:
TheXXIDaPonte. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2025 a las 09:46
- Comentario del autor sobre el poema: Las velas gastadas poco viven si se pretenden reavivar sus llamas, lo mismo con la vida: el tiempo de cada uno es el que es.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Annabeth de León, alicia perez hernandez, ElidethAbreu
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