Hoy es un día querido;
descanso… tranquilo.
La felicidad ha hallado refugio
en el mullido nido
que a mi pecho se aferra.
Hoy no hay temores.
La ansiedad quedó atrás,
pisándome los talones.
Un oasis nuevo
se abre ante mí,
sin miedo a revelarse.
Abundante esperanza mana de su manantial;
el amor susurra,
la ternura acuna su jardín.
Afiladas raíces
mellan las viejas ataduras.
Bebo su agua:
verdes enredaderas irrumpen,
llenan el aire,
su savia unge mi pecho…
y cala hondo,
hasta fortalecer la entraña.
Allí quisiera quedarme,
en la quietud de mi burbuja inquebrantable;
lejos del ruido,
del ajetreo que hiere,
bebiendo siempre de su néctar interminable.
Pero temo alzar la vista:
que el brillo me hiera los ojos…
y, al cerrarlos,
la dicha se disuelva en la sombra.
Quizá este remanso sea un sueño,
y la pesadilla —
ya afilando sus dientes —
me espere,
silenciosa,
en el mañana.
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Autor:
_Incipiens_ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 26 de agosto de 2025 a las 04:20
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando uno tiene un día bueno, también hay que celebrarlo.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Hernán J. Moreyra, Mauro Enrique Lopez Z., Annabeth de León, alicia perez hernandez, Scarlett-Oru, pasaba, Mª Pilar Luna Calvo, MISHA lg, rosi12
Offline)
Comentarios2
Hola estimado amigo Incipiens, hermoso poema. Muchas gracias por compartirlo poeta...
"Abundante esperanza mana de su manantial;
el amor susurra,
la ternura acuna su jardín."
Que tengas buen día, un abrazo cordial
Muchísimas gracias a ti por leerlo y tomarte tu tiempo para comentar.
Un abrazo grande.
Que todos los días nos animen la inspiración de tus letras. Muchas gracias por compartir
Gracias, por muchos años más. Agradezco mucho tu comentario!
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