LA TIBURCIA
Le llamaban La Tiburcia, sin saber su verdad,
no por rudeza o hierro, sino por su voluntad.
En la celda sin nombre, donde el grito era un crimen,
ella tejía silencio con la voz de los que viven.
La vendaron los ojos, la ataron de pies y manos,
pero su alma iba suelta, cruzando muros y charcos.
Mientras el suero ardía, mientras la piel dolía,
ella pensaba en justicia, y en la patria que quería.
Le dijeron que hablara, que vendiera su fe,
que entregara a los suyos, que negase su porqué.
Pero La Tiburcia firme, con la frente hacia la historia,
les clavó con la mirada la semilla de la memoria.
Sus verdugos la golpeaban, buscando doblegar su ser,
y ella, como piedra antigua, resistía sin ceder.
Porque su cuerpo era débil, sí, temblaba de dolor,
pero su espíritu erguido no conocía el temor.
Siete meses de tinieblas, siete lunas sin hablar,
y aún así, su voz interna no dejaba de gritar.
"¡No me quiten lo que soy! ¡No me borren con tortura!
Soy el rostro de los pueblos que en la cárcel tienen cura."
Hoy su nombre resplandece como antorcha en el umbral,
Ana Guadalupe vive donde hay lucha y hay moral.
Y La Tiburcia no muere, aunque la quieran callar:
ella escribe con su cuerpo la victoria sin fusil, sin militar.
Porque el alma de una patria no se encierra ni se hunde,
vive en cada testimonio, en la memoria que abunde.
Y cuando digas su nombre, dilo con claridad:
"La Tiburcia fue mujer y fue más que dignidad."
Roberto D. Yoro
Olanchito, Honduras C.A.
-
Autor:
Roberto D. Yoro (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 25 de agosto de 2025 a las 17:26
- Comentario del autor sobre el poema: Le dijeron que hablara, que vendiera su fe, que entregara a los suyos, que negase su porqué. Pero La Tiburcia firme, con la frente hacia la historia, les clavó con la mirada la semilla de la memoria.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Salvador Santoyo Sánchez, Mauro Enrique Lopez Z., Hernán J. Moreyra, ElidethAbreu, Santiago Alboherna, El Hombre de la Rosa, alicia perez hernandez, DRM, Mª Pilar Luna Calvo, Emilia🦋

Offline)
Comentarios5
¿Cuántas más Tiburcias hay y quedan en El Salvador? ¡¡ Que tomen ejemplo el resto de los países aún en estado colonial, más de doscientos años después !!
Muchas gracias por tu interrogante comentario: "La Tiburcia fue mujer y fue más que dignidad." Saludos RDY
Glorias a esa gran mujer que no ha negociado con su fe y pagado con su vida.
Ella es patria y heroina.
Gracias Don Roberto en nombre de todas las Tiburcias que nadie recuerda.
dicen q El Salvador, hoy es el país más seguro de América, cuando años atrás tenía la tasa de homicidios x habitante más alta del mundo, es todo mentira ??
Muchas gracias por tu interrogante comentario reflexivo. Saludos RDY
Hermoso y genial tu bello versar estimado poeta y predicador amifo Roberto D Yoro
Saludos desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias amigo, hermano y poeta, por tu estimulante comentario. Saludos RDY
Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; Mateo 24'10
Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos. Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;... Salmo 25'2 Bendiciones y saludos
Gracias hermana y poeta, por tu mensaje bíblico que nos advierte el peligro del engaño y nos enseña hacia la insuperable fuente de nuestra confianza, nuestro Dios Todopoderoso. Saludos RDY
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.