La tarde cayó sin nombre,
y yo seguí tu señal.
Te esperé junto a la ausencia,
sin saber si eras real.
Se borraron tus pisadas
en el polvo de la siesta,
dejaste olor a retama
y un temblor en la arboleda.
Giramos sin melodía,
sin luna que nos mirara,
solo el perfume del aire
y mi sombra en tu mirada.
Caminabas entre gente,
pero nadie te llamó;
yo seguía tu fragancia
como un río sin control.
En mi cuarto quedó el rastro,
flotando como oración;
se escondió dentro del aire
y aún me niega un adiós
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Autor:
Vasca (
Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2025 a las 14:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Santiago Alboherna, alicia perez hernandez, Gonzalo Márquez Pedregal
Comentarios3
Sencillamente precioso, querida amiga Vasca.
Muchísimas gracias por compartir tus bonitas letras.
Ten un maravilloso día!
Fuerte abrazo.
Luis.
Hola querido amigo, muchas gracias. Te dejo un gran abrazo
Muy bonito amiga,
Muchas gracias!
Giramos sin melodía,
sin luna que nos mirara,
solo el perfume del aire
y mi sombra en tu mirada.
Gracias Vasca.
Saludos y que siga la retama perfumando el aire.
Por muchos bailes sin melodía... Gracias
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