Hay dulce miel en tus ojos;
qué suave en tu voz rebosa
imposible estar nervioso,
mirando tu dulce boca.
Es tu voz suave caricia,
resbalando por mi piel,
tal parece ser la brisa,
de ese bello atardecer.
siento el amor en tu mano,
con abandono sutil,
firme paso confiado,
cómo gorrión en abril.
Llévame siempre contigo,
este amor, no es un capricho.
Todos los derechos reservados ©
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
24/08/2024
-
Autor:
Salvador Santoyo Sánchez (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2025 a las 22:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.