Agosto que fue penígera un día,
surtió suave oro, beldad y alegría,
excelso tesoro;
calor, sinfonía,
ardor, calidez de buena ventura,
de infancia bien grata, ¡Dios, cuánta ternura
traída barata,
tan bella y tan pura!
Mas veo hoy su forma abrupta y estuosa,
y el lúcido nombre de su época hermosa
matolo el vil hombre
que tanto odia y osa.
Ahora de averno su mustia elegancia,
de éneo pinta su flámea estancia
la flora ya extinta,
fatal por fragancia.
La pluvia de agosto sin duda es más bella
que perlas de mar o migas de estrella,
y debo de hablar
de cómo descuella;
que agosto señor asaz es impío,
no se halla jamás estar o ir sombrío,
por rudo quizás
así es que obra frío.
Mas tanta crudeza su cáliz no aguanta,
¡y a veces si llora es agua tan santa
que perla e implora
con pecho y garganta!
Las aguas pacíficas, los charcos serenos,
llovizna agosteña no porta ni truenos,
solo agua risueña,
rocíos amenos.
Agosto perdido, sois dócil de estado,
y vese en tu llanto tan suave y templado.
Formal camposanto,
igual de llorado.
-
Autor:
angelinho o conejo, qué coño importa (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 22 de agosto de 2025 a las 14:02
- Comentario del autor sobre el poema: que no solo subo mierda chavales
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 5
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.