En el vientre de la altura se incuban presagios.
Las nubes son mi confesionario,
y sus formas: un lenguaje
para conversar con el universo.
Soy un pájaro,
y estas constelaciones
no son más que relojes líquidos.
El viento arrastra
las plegarias sin destino.
Soy el que bebe del silencio,
y en cada nube descubro
una palabra que aún no ha sido pronunciada.
Todos somos astronautas cuando verdaderamente miramos el cielo.
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Autor:
Astronauta (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2025 a las 17:16
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Salvador Santoyo Sánchez, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
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