LA NIÑA INGEBORG
Pasó el tiempo y la niña Ingeborg
se convirtió en la adolescente Ingeborg,
de una naturaleza muy distinta
aunque con algún rasgo todavía idéntico,
y luego en la señorita Ingeborg. Pero
la adulta Ingeborg mantenía además
recuerdos muy firmes sobre la niña Ingeborg,
de cuando iba a buscar a su padre al trabajo:
se recordaba a sí misma
con la misma curiosidad
de cuando observaba con gran interés cómo se elaboraban
los productos que luego su padre vendía
como representante oficial de la empresa,
el constante y meticuloso trabajo de los operarios,
cada paso que daban en la cadena de montaje
con extraordinario amor propio y precisión.
Y un poco tiempo después, la señora Ingeborg
contrajo una enfermedad grave, muy grave,
y el nuevo estado en el que se encontraba
le llamó la atención de manera particular, le pareció curioso
en extremo, e, igual que hacía la niña Ingeborg,
se puso a curiosear con interés
sobre el conjunto de los síntomas, de los detalles y de las variantes
que arrastra una enfermedad tan peligrosa,
tanto que la podía conducir a un fatal desenlace
con más tiempo.
Gaspar Jover Polo
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Autor:
gaspar jover polo (
Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2025 a las 06:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Mª Pilar Luna Calvo, EmilianoDR, rosi12
Comentarios1
la adulta Ingeborg mantenía además
recuerdos muy firmes sobre la niña Ingeborg,
BELLAS LETRAS GRACIAS POR COMPARTIRLAS SALUDOS DE AMISTAD
Muchas gracias, Rosi. También saludos afectuosos para ti.
GRACIAS IGUALMENTE
He leído varios poemas tuyos y he llegado a la conclusión de que llaman la atención por ser muy narrativos, de que en esta característica reside su principal fuente de originalidad.
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