Luego de fumar mi primer cigarro me quedó bastante claro, o eso creí creer, que el humo no solo sale de tus pulmones; también abre camino hacia los recovecos de la memoria. A aquello que antes ni por asomo te atreviste a mirar.
El humo me reveló que siempre me perdí en tus ojos, incluso cuando ellos no se posaban en mí. Que delineaba con la mente tus cejas, y que tu mirada me suplicaba, en silencio, ser bienvenido más allá de lo que alcanzaras a ver en mí.
Ambos sumergidos en lagunas de cauces distintos, pero dispuestos a explorar aquellas aguas turbias.
Así terminé mi primer cigarro, y con él, un amor entre las manos.
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Autor:
Mussa (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2025 a las 02:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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