Y la tomé de la mano
con frenesí y paroxismo
y sin que nadie nos viese
emprendimos el camino
corríamos por las calles
esquivando a los vecinos
hasta que llegamos a ello,
boscoso pinar de pinos
en donde nos asentamos
con placidez y estilismo
para mirar nuestros ojos
los suyos yo y ella los míos
y según se dilataban
cantaban los pajarillos
siendo cómplices de amores,
ocultando los gemidos.
Ella libertad quería
yo su gran amor divino
mientras que en reposo hallados
le acariciaba los rizos
las mejillas le besaba
viéndome de prometido
mas a lo lejos se escucha
algarabía y sonido
de familia y pueblo entero
no nos querían unidos.
Descalzos, casi sin hatos
la pradera recorrimos
con gran pavor y sin rumbo
a diez metros de enemigos
los montes se moldeaban
dificultando el seguirnos
los pinos que se abrazaban
defendían nuestro sino
pero furiosos quemaron
con odio a todo ser vivo
quedando pues la natura
yerma, sin tener ni un bicho.
Eran ya cinco los metros
de diferencia tendidos
y estando cerca tiraron
una red de marfil fino
y es así cómo acabamos
los dos juntos en el río
arrastrados por el flujo
a ribas del correntío.
Ya no fue la pasión nuestra
lo que en corazón tuvimos
solamente circulaba
un soplo de anhelo frío.
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Autor:
Lucio (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2025 a las 11:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 6
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