Aún siento el fuego
de tus labios,
que aquella mañana,
como novio,
pude saborear
y a tu cuerpo abrazar.
Fueron suaves y tiernos,
trémulos e ingrávidos.
De repente te fuiste
con tu faz sonrojada,
de aquel hito huiste,
quedando mi alma
inhiesta y desolada,
porque volaste,
mi bella amada.
En mi desazón
tu aliento ardiente
quemó mi corazón,
mujer inclemente.
Hoy te recuerdo
y te añoro,
besarte de nuevo
es mi sueño,
mi divino tesoro.
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Autor:
Rafael Parra Barrios (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 18 de agosto de 2025 a las 20:01
- Comentario del autor sobre el poema: Saludos poetas y amigos del alma. Comparto con ustedes unos versos que describen una mañana de besos, solapada por la repentina partida de ella, que nerviosa se evaporó.\r\n \r\nAllí quedó su fuego en medio de mi soledad, prendiendo la esperanza de besarla otra vez. \r\n\r\nLos saludo desde San Felipe, Venezuela 🇻🇪
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Parra Barrios
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