Desarraigo

Sara Sofia Bocanegra Carvajal

 

La partida de un ser amado

conformó la orfandad del alma;

me marchité, luctuosa,

ante su ausencia.

 

Construí su cenotafio,

muerte digna y silencio

en lo amargo de la tierra.

 

Desasencia experimento

con su partida yerma,

en una casa vieja,

carcomida por los años,

a punto de venirse abajo.

 

Mi pecho, convertido en vacancia,

difícil de ocultar

a las miradas inescrupulosas,

a las críticas con aire de juicio.

 

Mi soledad pétrea, espectral,

espera tu llegada,

inclusive después del trasiego.

-S.S

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