La noche exangüe me contempla.
Su presencia ya no molesta.
Mi mente —la depredadora—,
mi sueño —la presa—.
Pensamientos enmarañados,
diminutos gusanos
hechos de pasado
y de futuro
lastiman el sueño.
No hay descanso —
menos amparo.
No hay alba que valga:
la noche se alarga,
se funde con el día
y me devora en silencio.
¿Estoy dormido
o duermo despierto?
Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados
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Autor:
_Incipiens_ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2025 a las 11:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Hernán J. Moreyra, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, EmilianoDR, Jaime Alberto Garzón Barrios, pasaba, liocardo, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮
Comentarios1
Letras que salen del alma,
aquí mis aplausos.
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