locos amantes
hojas secas al viento
cerrando un ciclo
ESPEJISMOS
Puedo entender la distancia
con el dolor de cada palmo.
Puedo encender con palabras
la luz del faro en tu mirar.
Puedo alcanzar de un suspiro
el otro lado del mundo,
pero en lágrimas me hundo
si tu querer no es mi poder.
Transito una cárcel de agua
permutando lujosas celdas,
todas de puertas abiertas;
parodiando la libertad.
Miro tu rostro risueño,
lejano como un gran sueño,
estampado en mi deseo
de ser alma entre tu carne
y ser piel de tu sudor.
Ando entonces deambulante
de una a otra cancela;
del muro hasta la garita
en la que apunta un vigilante:
¡Un paso alante! —me grita el pecho—
y yo me estrecho como un cobarde.
(Cuando de alarde
queda el residuo
de otro cautivo,
que era el de antes...
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Autor:
liocardo (
Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2025 a las 06:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., JUSTO ALDÚ, La Hechicera de las Letras, Nelaery, Antonio Miguel Reyes, Salvador Santoyo Sánchez, Josué Jaldin, MISHA lg, EmilianoDR
Comentarios6
El poema despliega una atmósfera de encierro emocional donde la distancia amorosa se traduce en imágenes de cárcel, agua y vigilancia. La voz lírica oscila entre la capacidad de trascender con la imaginación —encender faros, alcanzar mundos— y la impotencia real que provoca el rechazo o la imposibilidad del amor. La “cárcel de agua” y las “celdas de puertas abiertas” ironizan la libertad, revelando que el verdadero encierro está en el deseo insatisfecho. El cierre, con el eco del “cautivo de antes”, sugiere que este estado no es nuevo, sino un ciclo que se repite, haciendo del amor un espejismo que encadena tanto como atrae.
Saludos
Espejismos, dice el título y no está de más: porque eso es lo que atrapa, lo que desgarra sin razón, la mentira que nos vendemos para sostener un espejismo de cercanía y poder.
Esta ese terreno movedizo donde el deseo se enfrenta a la imposibilidad, donde la luz que intentas prender en el otro solo revela una brecha que no se cierra. Hay un intento desesperado de fundirse, de ser parte de ese cuerpo y alma ajenos, pero la realidad se burla y arroja lágrimas que no mienten.
Caminar entre la duda, temblar ante el propio impulso, ese “¡Un paso adelante!” que se convierte en un grito silenciado por el miedo a enfrentarse a lo inevitable: que ese querer no es ni rastro del poder que se necesita para sostenerlo.
Ese es el dolor verdadero, no la falta de cadenas visibles, sino la renuncia callada que se disfraza de esperanza, la fragilidad del deseo que choca con la fría distancia.
El título es el corazón del asunto: todo lo que creíste cerca era un espejismo, una ilusión que solo muestra la desolación y la desesperación disfrazada de promesas.
El cierre entre paréntesis es efectivo en tono, pero podría integrarse mejor en el poema o reforzarse con un verso que desate una emoción más intensa o una reflexión desgarradora.
La Hechicera de las Letras.
Ay, hechi, hechi, hechi
si al final en vez de pedirte amistad te voy a pedir matrimonio.
(es que lo mío son los deportes de alto riesgo)
No sé qué he escrito para merecer tan profundo razonamiento y análisis. Eres muy amable y atenta para dedicar tu tiempo y saberes en mi \\\"relato\\\".
Siempre he considerado que al publicar algo ya no me pertenece. Aunque me sustrajera a mi propio ser y me comentara de manera exógena no sería justo, porque explicarme supone arrebatar al lector su derecho legítimo de interpretación. Es mi intención en todo momento aunque no todas las veces se consigue.
Tú quieres una emoción más intensa o desgarradora, te pido disculpas por el gatillazo. Eres insaciable. En deferencia a ti, y conforme a un detalle del amigo Justo, voy a hacer un arreglo en esa última estrofa, aunque debes entenderla como un otrosí, viene a cerrar en un aparte las rimas sueltas, no sólo literarias sino emocionales.
Yo escribo de corrido y como me sale.
Un fuerte abrazo sin arrimón, amiga.
gracias por tu presencia y afecto a mis decires.
es un honor y un placer y un privilegio.
lio
Es un triste poema en el que el protagonista añora el amor de una persona que está alejada en la distancia.
Aunque se siente cautivo de esta situación, intenta consolarse probando otros medios que le ayuden a superar esta soledad.
Pero le resultan vanos, pues sigue extrañando a la persona que ama.
Muchas gracias por compartirlo, poeta Liocardo.
Mi estimado, qué haría usted si un dientes de sable va y le toca la puerta? Atentamente crisulpo de la gata.
Depende de la hora. Podría ser un desayuno, almuerzo, merienda o cena. 😉
Aunque, si me aceptas el inciso, si me cae bien, acaso lo adopto, es una especie en peligro de extinción. Cuando tenga hambre le presento a mis vecinas. Total, carne que no has de comer...
👀
Perdonen que no me meta donde me llaman pero yo pienso de que no estoi tan acuerdo
Asi abotepronto digo
No se
Ahhhh, ☺️ pero aporta. No hay nada que perdonar. Bienvenido tu desacuerdo. En la discrepancia está el crecimiento.
Cuéntanos tu desacuerdo. 😉 Argumenta.
Eso pense yo y gracias por tu paciencia y compresion 🤗
Ahora el diente de sable los ha comido a los dos. Feliz sabad.
Con paciencia y comprensión, aquí estoy cuando quieras pasar un buen rato en debates.
Un placer.
Aún estamos en martes, señor juez. No corras 😂
Amigo Jose,
Tu poema es un espejo donde la nostalgia se refleja con honestidad. La fuerza de tus imágenes —esa ‘cárcel de agua’ y las puertas abiertas—gran profundidad, porque muestran cómo a veces la prisión más dura es la que llevamos dentro. Hay una ternura silenciosa en tu dolor que lo vuelve cercano, como si el lector compartiera contigo ese largo tránsito entre el deseo y la renuncia.
tan melancólicas tus letras
en un encuentro de corazón a tu alma Lío
pero consciente estas de este alboroto sentimental
en tu introspección
bellas letras
gracias por compartir
Miro tu rostro risueño,
lejano como un gran sueño,
estampado en mi deseo
de ser alma entre tu carne
y ser piel de tu sudor.
besos besos
MISHA
lg
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