Un día de verano

migurita

Me despierto, planifico las próximas horas

el viento se queja detrás de la ventana.

 

Pongo la radio que no escucho.

 

De nuevo la sensación de vacío

a pesar del vuelo de imágenes en mi cabeza

y del run-run de abejas luminosas

que esparcen el polen de la falsedad y la mentira.

 

Vuelan aviones cargados de lluvia

por las nubosas cintas que extienden en el cielo

por las llamas a contraluz de la madrugada

por los lamentos de los seres calcinados.

 

Me levanto, preparo el desayuno.

El entorno está vestido de silencio

sólo el susurro de palabras lejanas

que algún día conversaron en espacios de cordura.

 

Se alargan los ruidos del mediodía.

 

Me siento extraña, no encajo en el mundo que me envuelve

y me ciega con un círculo de luz.

Permanezco al margen de la tristeza

para que no me duelan los sentidos.

 

El día va quedando atrás. Es la hora del telediario.

Lo veo y me crece la noche

hasta provocarme heridas en los huesos.

 

 

 

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Comentarios +

Comentarios1

  • Crucito Bautista

    Con cada expresión haces que suceda lo que vas manifestando. Eso es crear, eso es arte.



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