Sin mí, a solas,
contigo, tu mundo,
tu espacio, vacío, sin
mi eco, a la deriva
de un dejarse ir.
Lejos, en otra carpeta,
en otro disco duro, ajeno,
alienado de un mundo
inerte, sin sentido, flotante,
dependiente, y tú nadas,
te sometes vencida
a las fuerzas de una brisa,
y el agua insípida que bebes,
que te baña, no te moja
porque sí, sino con una razón,
una razón casi cartesiana,
y el hidratarte me hidrata,
me conforta, y te lo digo raudo,
con un guasa con fueguitos,
y tal y como el ardor del mensa
je salta a la nada invisible
de un intríngulis incógnito, me
escondo para que no me adviertas,
que no me respondas y así, es mi
deseo, no mancillar la magia
de tu soledad, de tu estar contigo,
y alejarme para más tarde, trepidan
te volver a sumergirme en tu linfa.
Sin mí, casi sin ti ya, a solas,
neflixteando como una loca, serie
tras serie en una serie de secuencias
que no conducen sino a un abismo.
Cuando salgas avísame si te provoca.
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Autor:
Albertín (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 10 de agosto de 2025 a las 11:47
- Comentario del autor sobre el poema: Ese estar en el verdadero mundo de dentro de sí...
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
La madre que me pario no me enterado de nada
Pregúntale a chat gpt y verás qué te dice, jaja.
Ahora no puedo tengo que pelar el nabo para la cena
Jajajjaja
Un vaivén de imagenes que van desarrollando una nostalgia por el otro que no está. Un bello texto. Saludos
Me alegro de que te guste, Eri.
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