Pulso đź«€

marco romero

Lo que había en mí, lo que palpita y estremece, lo sellé. Lo empaqueté en lo más recóndito de mí. Lo aparté con la furia de una tormenta. 

 

Lo ignoré.

 Hice de mi vida una planicie gris, sin eco. Pero a tu paso, a tu tacto, todo se desbordó. 

 

Lo que había sellado, se abrió. Lo que estaba quieto, volvió a la vida. Lo que había en mí, sin saberlo, te esperaba. Y de eso, de ti, ya no hay regreso. 

 

Ahora, solo hay un pulso: el que te nombra.

 

m.c.d.r

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.