VALORA PERDONA DEMUESTRA

La tarde transcurría con tranquilidad en una vivienda sencilla de las afueras de la ciudad. Era miércoles, y como cada semana, Marta* había preparado la cena para su esposo, que venía de regreso tras varios días de trabajo manejando un camión de transporte.

Mientras ponía los platos sobre la mesa, escribió un mensaje breve, como solía hacerlo cuando él ya estaba por llegar:

“Ya está lista la cena. Te esperamos con amor.”

Aquel mensaje, sin embargo, nunca fue leído.

Horas después, a varios kilómetros de su hogar, el vehículo en el que viajaba su esposo fue hallado detenido a un costado de la vía. No había señales de accidente ni impacto. El motor aún estaba caliente. Pero el conductor, un hombre de 52 años, había fallecido dentro de la cabina, víctima de un paro cardíaco.

La noticia llegó a su familia al caer la noche, cuando aún lo esperaban sentados a la mesa. En su celular, el mensaje de su esposa permanecía visible, sin respuesta.

⚫ Un hecho que conmueve por su sencillez y humanidad

No hubo grandes titulares ni cámaras. Solo una pérdida repentina, inesperada, como tantas otras que ocurren cada día. Pero este caso ha tocado a muchos, porque refleja una realidad silenciosa: nadie sabe cuándo será la última vez que verá a alguien.

No hubo una despedida. Solo una rutina que se rompió para siempre.

Cuántas veces dejamos pasar los días sin decir lo que sentimos. Cuántas veces elegimos el orgullo en lugar del cariño. Y cuántas veces creemos que siempre habrá un “después” para arreglarlo.

A veces, ese después no llega.

❤️ Valora, perdona, demuestra

No se trata de vivir con miedo, sino con conciencia.

La vida es frágil, y los vínculos más cercanos merecen ser cuidados cada día.

Una palabra amable, una llamada, un abrazo a tiempo… pueden no cambiar el mundo, pero sí el final de un día.

Recuerda que estamos viviendo en Ecuador y aquí la vida ya no vale nada para el gobierno que hoy nos "gobierna".