Ya el hierro de mi espada está dormido,
y el pecho, que por ti fue llama y brío,
hoy arde en paz, cual leño en el rocío
de un tiempo que pasó, mas fue vivido.
Tu nombre "¡oh luz!" me ha sido lo querido
cuando el deber me helaba el albedrío;
jamás faltó tu sombra en el estío
ni en noche oscura tu mirar vencido.
Hoy cierro el libro, el yelmo, la jornada,
mas no el amor: que él sigue, tan ardiente,
como al partir, mi dulce enamorada.
Y si hay cielo en lo alto, eternamente
cabalgaremos juntos, alma alada,
en paz, sin guerra, amorosamente.
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Autor:
Beltrán Álvarez de Toledo (
Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2025 a las 13:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Annabeth Aparicio, Lambdasan, Scarlett-Oru, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, alicia perez hernandez
Comentarios1
El amor siempre seguirá 💖 bellísimo tu versar
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