Camino entre murmullos y palabras,
son ecos que no logran alcanzarme;
hablo, y descubro pronto que me cansa
la prisa con que quieren encerrarme.
Me vuelvo selectivo sin quererlo,
no todos saben ver lo que yo miro;
hay gestos que me hieren, sin hacerlo,
y juicios que se clavan como un tiro.
A veces me fastidia su manera,
sus risas huecas, su verdad tan pobre;
y entonces vuelvo a ser la misma piedra
que escucha y calla, aunque la noche cobre.
Pero hay noches, maldita soledad,
en que tu voz retumba y me derriba;
y aunque escape del mundo y su crueldad,
me ahogas con tu abrazo que cautiva.
Luna llena, tú miras desde arriba,
como quien sabe todo y nada dice;
y yo aquí abajo, alma fugitiva,
contando los silencios que me hice.
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Autor:
Cronista sin puerto (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2025 a las 00:47
- CategorÃa: Humor
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Annabeth Aparicio, Henry Alejandro Morales, ElidethAbreu, rosi12, EmilianoDR
Comentarios1
La luna es y será siempre el Consuelo de todos los poetas
Saludos cordiales
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