FISIOTERAPEUTA

liocardo

FISIOTERAPEUTA 

 


No sabría describir su cuerpo; 
me planté en su rostro. 
En la cascada de oro que mana  
desde su cabeza. 
En su sonrisa de amplios labios 
dibujando un corazón, 
con un blanco de fondo 
en dientes ordenados 
como teclas de piano nuevo. 


No sabría describir su cuerpo. 
Me encandilé en el brillo de su alma alegre, 
planteándome el dilema 
de si es un sol 
con formas de rostro de mujer  
o un rostro de mujer 
labrado 
en un trozo de estrella. 


No sabría describir su cuerpo. 
Y aunque pude haber mirado 
discreta o furtivamente 
la inmensa maravilla 
que se extiende 
bajo sus hombros, 
me niego a describirlo. 
Para evitarle, 
sobre todo,  
pobrecita, 
una epidemia 
de hombres con hueso roto. 

 

 

 

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Comentarios +

Comentarios4

  • ElidethAbreu

    Ay amigo.
    Que bueno que solo haya sido una torcedura de tobillo.
    Cuando ingenio para una cojera.
    Abrazos.

    • liocardo

      ☺️ me haces sonreír de simpatía.

      Gracias por tu apreciación, amiga Elid.

      Abrazo compartido.

    • Luis prieto

      En tu caso fue el tobillo para otros puede ser el alma gran poema y dichosos los que cuentan con un fisioterapeuta

      • liocardo

        Lo del alma ya no lo arregla ni el médico chino 🙂

        Pero siempre se puede seguir apreciando las pequeñitas cosas de la vida.

        Un placer, amigo luis.

      • LOURDES TARRATS

        Querido liocardo,

        Si torcerte el tobillo es lo necesario para que escribas bellos temas como lo estás haciendo; pues tuércetelo todos los días…
        Tu poema me ha cautivado por la forma tan delicada, luminosa y respetuosa en que retratas la belleza. Has logrado lo más difícil: describir sin mostrar, y así revelarlo todo.
        La repetición de “No sabría describir su cuerpo” no es una limitación, sino una declaración de principios. Porque, en vez de ceder a la mirada superficial, nos invitas a detenernos en el alma, en el rostro, en la luz interna que desborda a esa mujer-sol, esa estrella esculpida.
        Y ese final, tan ingenioso como tierno, con su epidemia de hombres con hueso roto, es la pincelada perfecta que une humor y asombro, ternura y reverencia.
        Gracias por recordarnos que lo sublime no siempre necesita ser detallado… basta con ser sentido.
        Con gran admiración y un abrazo fuerte,
        Lourdes

        • liocardo

          Tú sí que eres una estrella alrededor de la cual orbitamos los planetas.

          Gracias, amiga Lourdes. Abrazo sentido y compartido.

          Jose

        • Nelaery

          Describes detalladamente la belleza de tu fisioterapeuta y su carácter alegre.
          Pero, además de eso, era una maravillosa profesional porque te hizo olvidarte del dolor que produce una torcedura.
          Me encanta leer este poema tan lleno de humor!!!
          😊😊😊
          Muchas gracias por compartirlo, poeta Liocardo.



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