FISIOTERAPEUTA
No sabría describir su cuerpo;
me planté en su rostro.
En la cascada de oro que mana
desde su cabeza.
En su sonrisa de amplios labios
dibujando un corazón,
con un blanco de fondo
en dientes ordenados
como teclas de piano nuevo.
No sabría describir su cuerpo.
Me encandilé en el brillo de su alma alegre,
planteándome el dilema
de si es un sol
con formas de rostro de mujer
o un rostro de mujer
labrado
en un trozo de estrella.
No sabría describir su cuerpo.
Y aunque pude haber mirado
discreta o furtivamente
la inmensa maravilla
que se extiende
bajo sus hombros,
me niego a describirlo.
Para evitarle,
sobre todo,
pobrecita,
una epidemia
de hombres con hueso roto.
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Autor:
liocardo (
Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2025 a las 23:14
- Comentario del autor sobre el poema: es que me torcí el tobillo
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, mauro marte, LOURDES TARRATS, Tommy Duque, Nelaery, Antonio Miguel Reyes
Comentarios4
Ay amigo.
Que bueno que solo haya sido una torcedura de tobillo.
Cuando ingenio para una cojera.
Abrazos.
☺️ me haces sonreír de simpatía.
Gracias por tu apreciación, amiga Elid.
Abrazo compartido.
En tu caso fue el tobillo para otros puede ser el alma gran poema y dichosos los que cuentan con un fisioterapeuta
Lo del alma ya no lo arregla ni el médico chino 🙂
Pero siempre se puede seguir apreciando las pequeñitas cosas de la vida.
Un placer, amigo luis.
Querido liocardo,
Si torcerte el tobillo es lo necesario para que escribas bellos temas como lo estás haciendo; pues tuércetelo todos los días…
Tu poema me ha cautivado por la forma tan delicada, luminosa y respetuosa en que retratas la belleza. Has logrado lo más difícil: describir sin mostrar, y así revelarlo todo.
La repetición de “No sabría describir su cuerpo” no es una limitación, sino una declaración de principios. Porque, en vez de ceder a la mirada superficial, nos invitas a detenernos en el alma, en el rostro, en la luz interna que desborda a esa mujer-sol, esa estrella esculpida.
Y ese final, tan ingenioso como tierno, con su epidemia de hombres con hueso roto, es la pincelada perfecta que une humor y asombro, ternura y reverencia.
Gracias por recordarnos que lo sublime no siempre necesita ser detallado… basta con ser sentido.
Con gran admiración y un abrazo fuerte,
Lourdes
Tú sí que eres una estrella alrededor de la cual orbitamos los planetas.
Gracias, amiga Lourdes. Abrazo sentido y compartido.
Jose
Describes detalladamente la belleza de tu fisioterapeuta y su carácter alegre.
Pero, además de eso, era una maravillosa profesional porque te hizo olvidarte del dolor que produce una torcedura.
Me encanta leer este poema tan lleno de humor!!!
😊😊😊
Muchas gracias por compartirlo, poeta Liocardo.
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