BREVE ANÁLISIS SOBRE LA CREACIÓN LITERARIA Y EL DERECHO DE AUTOR

JUSTO ALDÚ

La creación literaria es uno de los actos más íntimos, complejos y valientes del ser humano. En ella se funden el pensamiento, la emoción, la experiencia y la imaginación en una estructura verbal que busca comunicar, conmover o transformar. Cada idea nacida de un autor —sea profunda, ligera, desgarradora o absurda— es una extensión de su conciencia, y por tanto, merece respeto. El menosprecio, la burla o la apropiación indebida de esas ideas no son solo gestos éticamente condenables, sino también atentados contra la dignidad creativa y la libertad de expresión.

Toda idea que toma forma en palabras, sonidos, imágenes o movimientos pertenece legítimamente a quien la concibió. La propiedad intelectual no se mide por la calidad estética, por el aplauso o la crítica, sino por el acto de creación. Como bien dijo Jorge Luis Borges: “El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo”; y podríamos añadir: tampoco el verbo crear tolera el robo, la burla ni el despojo.

 

¿Qué es la creación literaria?

Se considera creación literaria a todo texto que nace de un acto artístico con intención estética, expresiva o simbólica. Esto incluye no solo novelas, cuentos y poemas, sino también ensayos, dramaturgias, crónicas, aforismos y formas híbridas como la prosa poética o el microrrelato. Escribir es dar forma al pensamiento a través de la palabra; es —como sugiere Octavio Paz en El arco y la lira— una forma de conocimiento en la que el poeta “no solo busca decir algo, sino buscar el ser de ese algo en la palabra”.

La creación literaria se distingue de otros tipos de escritura porque no busca solo informar, sino transformar. En La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares da voz a un personaje que habita la frontera entre lo imaginado y lo real, demostrando cómo la literatura puede expandir los límites de la percepción. De igual forma, Alejandra Pizarnik o Claribel Alegría en la poesía, Eduardo Galeano en la crónica, y Gabriel García Márquez en la novela, revelan que toda forma de literatura es una forma de mirar el mundo desde una óptica irrepetible.

Derecho de autor: protección del pensamiento hecho forma

El derecho de autor es el marco legal que protege esa expresión única del pensamiento. Es una rama del derecho que garantiza al creador el control sobre su obra, así como el reconocimiento moral y patrimonial de la misma. Este derecho abarca tanto las obras escritas como las musicales, visuales, audiovisuales, científicas o tecnológicas. La creación no es propiedad del mercado ni del Estado: es, ante todo, propiedad del autor. 

En países como Panamá, el derecho de autor está regulado por la Ley 64 de 2012, que protege los derechos morales y patrimoniales del creador hasta 70 años después de su muerte. En España, la Ley de Propiedad Intelectual establece una protección similar. En Estados Unidos, el Copyright Act reconoce desde 1976 el derecho exclusivo del autor sobre la reproducción, distribución y comunicación pública de su obra. Todos estos marcos legales coinciden en algo fundamental: la autoría no se discute, se respeta.

El registro formal de obras ante entidades de derecho de autor refuerza esta protección. En Panamá, por ejemplo, puede hacerse ante la Dirección General del Derecho de Autor del Ministerio de Cultura. Esto permite acreditar legalmente la autoría en caso de disputas o plagio. Aunque la protección legal nace con la creación misma, el registro formal facilita su defensa.

 

¿Puedo presentar una demanda por plagio si mi poema o libro fue publicado en otro país?

Aquí entra en juego el principio de la territorialidad ¿qué significa?:

El plagio se juzga bajo la ley del país donde ocurrió la infracción.

Ejemplo:

Si yo como panameño veo que alguien en México publica mi poema como suyo, el caso se juzga bajo la ley de derechos de autor de México.

Pero puedo iniciar acciones legales desde Panamá, o buscar representación legal allá.

Sin embargo, lo que me permite reclamar es un convenio internacional llamado:

Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas (1886)

Firmado por más de 180 países (incluidos Panamá, EE.UU., México, España, Argentina, etc.), este tratado establece que:...

"Mi obra está protegida automáticamente al momento de su creación (sin necesidad de registro, aunque se recomienda hacerlo).

Se reconoce autoría y derechos incluso en otros países miembros.

Cada país debe garantizar una protección mínima a las obras extranjeras como si fueran obras nacionales.

¿Cómo se puede demandar?

Tienes dos opciones:

Acción civil (más común):

Puedes demandar por daños y perjuicios. Esto incluye:

Indemnización económica (por ventas, reputación, uso sin permiso).

Medidas cautelares (retirar la obra del mercado, eliminar publicaciones).

Reconocimiento público de tu autoría.

Necesitarás:

Pruebas de tu autoría (registro, borradores, fecha de publicación).

Un abogado en el país donde ocurrió el plagio.

Acción penal (en algunos países):

El plagio puede considerarse delito penal (ej. México, España, Colombia).

Las penas pueden incluir:

Multas elevadas.

Prisión (de 6 meses a 6 años en algunos países como México o España).

Confiscación de ejemplares y ganancias obtenidas por el plagio.

¿Por qué es importante registrar la obra?

Aunque la protección existe desde la creación, el registro ante una oficina nacional de derecho de autor:

Facilita el proceso judicial (es prueba directa de autoría y fecha).

Te protege ante disputas futuras.

En Panamá, puedes registrar en la Dirección General del Derecho de Autor.

Para libros, también se recomienda el registro de ISBN, aunque este no protege

Recomendación final

Si detectas plagio fuera del país:

Conserva pruebas del uso indebido (capturas, publicaciones, fechas).

Contacta a un abogado especializado en propiedad intelectual en ese país.

Solicita mediación o inicia una demanda civil o penal, según lo que proceda.

Y lo más importante:

No dejes pasar el plagio. La pasividad solo favorece al infractor.”

 

Reflexión final:

La creación es un acto sagrado.

Ninguna frontera geográfica anula el vínculo espiritual entre el autor y su obra.

Y si alguien roba una palabra que tú sembraste con fuego, tienes todo el derecho —y también el deber— de defenderla.

El ISBN: identidad editorial de la obra

El ISBN (International Standard Book Number) es un código numérico único que identifica de forma internacional cada edición de un libro. No tiene relación directa con el derecho de autor, pero es esencial en el circuito editorial y comercial. Este registro, gestionado en cada país por una agencia oficial, permite catalogar, distribuir y localizar un libro en bases de datos, librerías, bibliotecas y plataformas digitales. Obtener un ISBN es dar a la obra una existencia oficial como publicación.

En Panamá, el ISBN se gestiona a través de la Biblioteca Nacional "Ernesto J. Castillero R.", y se otorga a autores y editoriales por igual. Contar con un ISBN no sustituye el derecho de autor, pero sí complementa la profesionalización del trabajo creativo.

 

Más allá de lo literario

Aunque aquí nos centramos en la literatura, es necesario subrayar que la protección del derecho de autor abarca toda creación humana con valor artístico, científico o técnico. Desde una canción hasta una coreografía; desde un guion hasta una base de datos original; desde una pintura hasta una app. Cada creación con sello personal es un territorio simbólico que debe ser protegido.

Como sociedad, debemos educarnos para valorar el trabajo intelectual con la misma seriedad que valoramos el trabajo físico. Robar una idea es un acto tan vil como robar un salario. Reírse del esfuerzo ajeno por incomprensión o prejuicio, es simplemente otro rostro de la ignorancia.

 

Conclusión

Crear es un acto sagrado. No importa si la obra es modesta o monumental: es hija de un autor. Y cada hijo de la imaginación merece un nombre, una cuna y un respeto. Defender el derecho de autor no es solo proteger una firma, sino blindar la libertad de imaginar, de pensar, de soñar… sin miedo a que lo creado nos sea arrebatado.

Porque, como bien lo dijo el poeta Derek Walcott:

"La poesía, como la tierra, pertenece a quien la cultiva."

 

JUSTO ALDÚ

 

  • Autor: JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de agosto de 2025 a las 00:19
  • Comentario del autor sobre el poema: Para hoy he decidido exponer de forma muy breve un análisis sobre la creación literaria y el derecho de autor. La razón es sencilla. Me han preguntado sobre ello y yo personalmente he sido víctima de plagio hace 10 años dejé evidencia en esta publicación. Ya con más calma pude actuar. https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-289431 Obras consultadas: - Convenio de Berna - Codigo Penal de Panamá - Ley de Derecho de Autor Panamá NOTA: Hay páginas o sitios donde se pueden registrar obras. Esto sirve como complemento. Ejemplo Save Creative.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 34
  • Usuarios favoritos de este poema: Perú 🇵🇪 Anita, Roberto D. Yoro, Javier Julián Enríquez, leo albanell, MISHA lg, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, El Hombre de la Rosa, alicia perez hernandez, Tommy Duque, Pilar Luna
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Comentarios5

  • Lualpri

    Un abrazo, Justo.
    Que estés muy bien!

    • JUSTO ALDÚ

      Muchas gracias Luis por tu lectura. La puedes copiar, guardar o transmitir. Tiene ese fin.

      Saludos

      • Lualpri

        Gracias.

      • Nkonek Almanorri

        He leído de principio a fin ésta su muy importante y aclaratoria aportación y entiendo el valor que tiene, la aportación que da y que expone para el conocimiento de todos los que nos movemos en este mundillo de las letras y de otros espacios culturales. Así y todo a mí siempre me ha producido un cierto resquemor todo esto referente a la PROPIEDAD INTELECTUAL, dicho así. No quiero decir que no la valore sino que hay cierto punto, digamos íntimamente moral, que en ocasiones me supera. Es y está considerado muy feo y hasta grosero el que nadie se apropie de los conocimientos ajenos y que los hagan suyos, este caso, creo, está más que medianamente superado y apenas nadie lo hace aunque siguen habiendo quienes incluso acuden a la aportación de la IA para un simple poema lo cual no es sino, también, un fraude moral incluso antes que intelectual. Lo que sí digo, y creo de manera ciega, es que no existe eso que llaman, llamamos, CREACIÓN INTELECTUAL PROPIA, y explico mis argumentos aún reconociendo que pudiera estar equivocado: La capacidad intelectual del Hombre no es natural, originaria de él mismo, de su cerebro sino que toda capacidad de aportación le viene de otros conocimientos que a su vez son otras aportaciones de otras personas; así lo veo yo y lo descubrí leyendo "La libertad primera y última", del filósofo hindú Jiddu Krishnamurti en el cual expone la idea de que el Hombre nace sin ideas propias y que a partir del primer momento de vida va nutriendo su cerebro y su mente de ideas ajenas, es más: La misma mente humana es el primer plagio de la Creación dado de que todo lo que recoge es ajeno aunque crea hacer saber como propio; cuando un bebé ve sonreír a sus padres también el lo hace, este hecho ya es un plagio; cuando aprende a entender las primeras palabras de su vocabulario, las repite y esto ya es un plagio por lo tanto todo es un plagio. Nadie sería capaz de aportar, literaria o periodísticamente nada sin que antes no haya leído, recogido, de otros las ideas que luego expone públicamente, por lo tanto y en cierto modo (aunque todo esté regularizado por leyes y más leyes) todo conocimiento es ajeno. En mi caso concreto y cuando escribo nada de lo que expongo es mío en origen, ni mis ideas, ni mis conocimientos y menos aún m pensamiento personal: todo es producto de otras ideas que he recogido por distintas vías y que son, todas, ajenas. Por esta razón siempre digo, porque lo creo así, que la primera y más importante acción de una persona que escribe es la de COMPARTIR el conocimiento, es lo más valioso que tiene, puede y debe hacer.

        No resto un ápice del valor, legal, moral e intelectual, de lo que usted ha expuesto, solo he pretendido aportar un pensamiento (que tampoco es mío en origen) y que creo debo hacer saber como aportación a su escrito.

        Un saludo.

        • JUSTO ALDÚ

          Hola mi estimado, antes que nada te doy las gracias por tu comentario.
          Tu reflexión es tan aguda como necesaria, porque abre la caja de Pandora del verdadero origen de las ideas. En el territorio movedizo de la invención y la creación, pocas veces hay una primera chispa absoluta, una piedra inaugural sin historia detrás. Lo que suele haber —como bien lo señalas— es un hilo invisible que enlaza, que transforma, que revive. Y a veces, ese hilo lo sujeta quien supo reconocer el fuego antes de que se extinguiera.

          Pensemos en la famosa guerra de las corrientes entre Nikola Tesla y Thomas Edison. Tesla, con su visión de la corriente alterna —más eficiente, más elegante, más capaz de recorrer largas distancias— fue el verdadero revolucionario. Pero fue Edison quien, armado con un instinto feroz para los negocios, el control de patentes y el respaldo económico, supo posicionar sus propias propuestas (corriente continua) y desprestigiar las de su rival con campañas mediáticas —llegando incluso a electrocutar animales en público para desacreditar la tecnología de Tesla. Lo irónico es que muchas de las “invenciones” asociadas a Edison fueron en realidad desarrolladas por otros científicos e ingenieros en sus laboratorios. Él las patentó, las registró, las hizo suyas. No las concibió todas, pero les dio forma legal, industrial, histórica.

          Y lo mismo sucede en la literatura. El caso de Gabriel García Márquez y las comparaciones con Juan Rulfo es un ejemplo fascinante. Es innegable que Pedro Páramo antecede a Cien años de soledad, y que hay atmósferas, voces espectrales, mundos detenidos en el tiempo que parecen habitar en la misma constelación literaria. Pero una cosa es la intertextualidad —ese diálogo fecundo entre obras, que es la esencia misma de la literatura— y otra muy distinta el plagio. García Márquez no copió a Rulfo: tomó ese aliento y lo transformó, lo tropicalizó, lo hizo caribe. Mientras Rulfo escribe desde el desierto del alma, García Márquez lo hace desde la selva del exceso. Uno murmura desde la tumba; el otro, canta desde la casa llena de fantasmas. Esto lo plasmé en mi libro "TRAS LA MÁGICA NARRATIVA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y OTROS ENSAYOS" pues era necesario tocar los ataques en su contra. Decía "Jaques Gillard" en sus "Textos costeños". Lo del Gabo fue una "costeñización" del discurso narrativo, que dislocó ese lenguaje grandilocuente de sus antecesores.

          Las ideas no son estatuas solitarias, sino ríos con muchos afluentes. Y a veces quien las canaliza, aunque no sea el primero en nombrarlas, es quien logra que lleguen al mar.

          En creación, dar vida también es una forma de génesis.

        • Nelaery

          Perfectamente explicado.
          Escrito con el que estoy completamente de acuerdo.
          Cuando alguien escribe, expone sus pensamientos, sentimientos, lo que ke abruma, lo que sueña, lo que espera…
          Cada uno tiene su estilo, aunque no siga los cánones establecidos, y todos merecemos el mismo respeto.
          Muchas gracias por exponerlo, poeta Justo.

          • JUSTO ALDÚ

            Gracias amiga, lo expuesto aquí es para copiar, guardar o transmitir. Lo que yo "sufrì" hace diez años fue un sentimiento entre enojo e impotencia, para ese entonces publicaba en la red de una conocida española de Almería, una gran dama a la que siempre me une la amistad. Ella retiró a la plagiaria y yo inicié un tortuoso camino. Demandé y gané, pero no fue fácil.
            Y pues lo que comentas es lo que debe ser. El imperio del respeto.
            Saludos

            • Nelaery

              El respeto es lo primero.
              Así es.
              Saludos.

            • MISHA lg

              gracais por la explicació y la información poeta
              bella tarde para ti
              besos besos
              MISHA
              lg

              • JUSTO ALDÚ

                De nada MISHA, por aquí estamos. Gracias por tu visita, lectura y comentario.

                Saludos

              • El Hombre de la Rosa

                Grande hermoso y genial prosa literaria estimado poeta y amigo Justo Aldú
                Recibe un abrazo de tu amigo español
                El Hombre de la Rosa

                • JUSTO ALDÚ

                  Gracias Críspulo por tu atento comentario. Saludos hasta Torrelavega, lugar donde Panamá mandó a hacer un nuevo retablo bañado en oro para la iglesia San Felipe Neri de Portobello, hogar del milagrosos Cristo Negro. Es lo mejor que hay en el mundo.

                  Saludos



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