Ahora,Yumiko

Leoness

En el vagón, la noche era un espejo,

Tokio pasaba en un fulgor fugaz.

Tus ojos, Yumiko, fugaz reflejo,

promesa muda de un anhelo audaz.

 

El tren nos lleva, un ritmo de metal,

a un lugar donde la música espera.

Pero mi mundo en ti se hace caudal,

y en tu sonrisa encuentro mi quimera.

 

Las luces ciegan, la música vibra,

y en ese caos, solo existes tú.

Mi mano en tu espalda se equilibra,

y el mundo se reduce a una luz.

 

Abrazados, bailamos sin compás,

mientras los cuerpos buscan su razón.

En el aliento que me das y das,

el deseo es un latido de canción.

 

Tus labios cerca, un murmullo sin voz,

el calor de tu piel, un fuego lento.

Y en la mirada, un deseo atroz,

que nos consume en este mismo momento.

 

¡Un crisol de cerezos, nos susurran secretos!

  • Autor: Leoness (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de agosto de 2025 a las 11:49
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 8
  • Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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