Siguiendo la veleta del cliente
al ritmo de una brújula sin norte,
con tino, siempre acierta a estar pendiente
por don, el camarero, con soporte.
Y en este laberinto, en el que gira
el ser que pareciera infatigable,
callado, por momentos, él respira
el soplo de una pausa indetectable.
Pues surca la vorágine en que vive,
en vista de los gajes de su oficio,
y el mínimo error que no se olvide
añade a su trayecto sacrificio.
Un "gracias" o un "tranquilo" en nuestro mano
será viento a favor para este humano
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Autor:
λM (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 6 de agosto de 2025 a las 08:08
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Éusoj Nidlaj, alicia perez hernandez, EmilianoDR, Antonio Miguel Reyes, Mª Pilar Luna Calvo, Fabio de Cabrales, rosi12

Offline)
Comentarios1
Fermoso soneto al británico modo, por eso me agradan tus poemas tan reflexivos y tan fermosos
Saludos
El hombre de la risa
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