La patria no se vende
decían las banderas,
pero hoy la veo andando entre las fieras,
con su piel de montaña rematada
y su voz en subasta de fronteras.
Tiene la frente rota de licencias,
las minas le talaron la memoria,
le hicieron de sus ríos una historia
que fluye en dividendos y sentencias.
La patria fue cedida a consorcios
como un potro sin rienda ni montura,
y en nombre de un progreso sin ternura
firmaron su pulmón a los negocios.
Ya no le crecen cantos a la brisa,
ni el maíz reconoce su semilla:
el campo fue sembrado de codicia
y el oro cosechado con rodillas.
Tiene deudas la patria en cada esquina,
y un banco la vigila desde el cielo;
el pueblo, sin panal ni centinela,
mastica su esperanza con espinas.
En vez de voz, le dieron una tasa;
en vez de escuela, un muro numerario;
en vez de pan, un cálculo bancario;
en vez de fe, una deuda que la abrasa.
¡Ay, patria hipotecada, qué mentira!
¡Qué póliza de fuego en tus entrañas!
Vendieron tu sudor, tus telarañas,
tu sombra, tu bandera, tu saliva.
Pero no todo es saldo ni bitácora.
Aún quedan corazones con martillo
que forjan dignidades en el filo
de un canto que no firma ni se ahoga.
Y si el país despierta de su embargo,
si vuelve a reclamar lo que le habita,
será volcán, será raíz bendita,
y no moneda fácil de un encargo.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2025 a las 09:28
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: David Arthur, Hernán J. Moreyra, pasaba, Perú 🇵🇪 Anita, Salvador Santoyo Sánchez, MISHA lg, EmilianoDR, Lualpri, Antonio Miguel Reyes, Violeta, Josué Jaldin, Javier Julián Enríquez, JacNogales, alicia perez hernandez, Freddy Kalvo, Pilar Luna
Comentarios10
....Pero no todo es saldo ni bitácora.
Aún quedan corazones con martillo
que forjan dignidades en el filo
de un canto que no firma ni se ahoga......eso lo espero Justo.
Un abrazo amigo poeta
David
Gracias David por tu visita, lectura y comentario.
Saludos
La patria ha pasado a ser ilusión.
Saludos poeta Justo Aldú, buenas y tristes letras, tan reales como el sol.
Y es lastimoso hermano, muy lastimoso. Ha muerto o está en estertores ese sentimiento cívico que alumbraba e iluminaba el alma de los jóvenes.
Gracias por tu comentario Salvador.
🙋♂️👍
¡Bravo!
Mientras los poetas compartan sus ideas y sentimientos, la vida continuará teniendo sentido.
Shalom amigazo
Gracias Beto, Cuídate mucho por allá.
Un abrazo.
asi es poeta .... duras y tristes letras pero con mucho acierto.
gracias por compartir
En vez de voz, le dieron una tasa;
en vez de escuela, un muro numerario;
en vez de pan, un cálculo bancario;
en vez de fe, una deuda que la abrasa.
¡Ay, patria hipotecada, qué mentira!
¡Qué póliza de fuego en tus entrañas!
Vendieron tu sudor, tus telarañas,
tu sombra, tu bandera, tu saliva.
besos besos
MISHA
lg
Ya no le crecen cantos a la brisa,
ni el maíz reconoce su semilla:
el campo fue sembrado de codicia
y el oro cosechado con rodillas.
Cuantas cosas se van perdiendo amigo Justo.
Las cosas hipotecadas rara vez se recuperan, y menos cuando es la Patria.
Cada estrofa es un poema para reflexionar.
Saludos 👋
gracias amigo por tu visita, lectura y comentario.
Saludos
Justo...
Un abrazo, gracias por tus letras y buen comienzo de semana.
Igual Luis. Todo bien por el momento. Gracias por venir y comentar.
Saludos
Un poema con sus verdades a cuesta, triste como no se lee solo llega un soplo de esperanza, saludos amigo.
Claro mi amiga, asi es. Gracias por comentar.
Saludos.
José Martí, alguien considerado en Cuba como uno de los Padres de la Patria decía que ésta era: "... Esa parte del alma que todos llevamos dentro". Para mí la Patria lo es todo salvo esa bandera que ondeamos bajo cualquier dictadura y de la que hacemos acopio de obediencia ciega al dictador de turno. En este momento justo se me ocurre decir que, por ejemplo, y en el caso de México (es un ejemplo) la Patria es todo lo que encontramos en las palabras escritas de todas y cada una de las novelas de Juan Rulfo, o en el caso de Cuba en el poema "Espejo de paciencia" de Silvestre de Balboa, o también en el poema "Y Dios me hizo mujer" de la nicaragüense Gioconda Belli.
Hoy, salvo excepciones, que las hay, todas las Patrias son y están siendo ultrajadas, compradas y vendidas como mercancías de comercio, lo hacen sus políticos y lo respalda la mayoría de sus Instituciones, peor aún: lo hacemos todos votándoles cada cierto tiempo, ¿entonces?
Coincido plenamente en que la patria no puede reducirse a una bandera ni a los símbolos que, en manos de dictadores, se tornan látigos. La patria, como bien citó de Martí, es una sustancia del alma; y esa sustancia se transparenta muchas veces con mayor nitidez en la literatura que en los discursos oficiales.
Admiro el universo desgarrado que Rulfo supo pintar con palabras: sus pueblos fantasmas, sus voces rotas, esa sequía que también es espiritual. Sí, en Rulfo habita una patria, o más bien los restos de una patria que sigue hablándonos desde su descomposición. Sin embargo, confieso que, a pesar de mi respeto por su genio, hallo en otros escritores una visión más amplia —y quizás más desafiante— del amor patrio.
Carlos Fuentes, por ejemplo, supo desnudar los laberintos del poder y del alma mexicana con una erudición poética que va más allá del realismo mágico. Y Octavio Paz, con su mirada crítica, supo identificar no solo los símbolos que nos forman, sino también las máscaras que nos ocultan. Ambos —cada cual a su modo— nos entregaron visiones de la patria que no se quedan en la nostalgia, sino que nos interpelan y nos comprometen.
Y, por supuesto, hay muchos más: voces que desde distintas esquinas del continente siguen bordando, con hilos de rabia o de ternura, la herida y el sueño de nuestras tierras. Porque, como usted bien señala, muchas patrias han sido convertidas en mercancías. Pero aún así, persiste —como un temblor sagrado— esa otra patria que vive en la palabra honesta, en el acto libre, en el verso que no se rinde.
Gracias, nuevamente, por compartir su pensamiento. Nos recuerda que la patria, como la poesía, es algo que debemos seguir escribiendo cada día, aunque se nos agriete la voz.
¡Qué gran poema que aborda temas tan candentes y de tan actualidad como la instrumentalización del progreso o la opresión económica! Muchas gracias JUSTO. Se puede observar en sus ideas objetivadas que el poema presenta una reflexión sobre la patria, despojada de su esencia y convertida en un bien de consumo por intereses económicos. Así, la metáfora del «potro sin riendas» podría interpretarse como una representación de la pérdida de soberanía, mientras que la imagen de la «frente rota de licencias» podría simbolizar la corrupción y la explotación de los recursos naturales. Por otra parte, la ausencia de «cantos a la brisa» y el «maíz» que no reconoce su semilla podrían ser interpretados como reflejos de la desafortunada ruptura del tejido social y la identidad nacional. El contraste final, entre la patria «hipotecada» y los «corazones con martillo» que resisten, subraya la lucha por la recuperación de la dignidad y la soberanía nacional. En este sentido, el poema, como se ha dicho anteriormente, aborda temas relevantes como la instrumentalización del progreso y la necesidad de una rebelión contra la opresión económica.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Buena interpretación del «potro sin riendas» como símbolo de la soberanía extraviada y de la «frente rota de licencias» como testimonio de la corrupción que se disfraza de legalidad, no hace sino confirmar que la poesía, cuando es leída con inteligencia crítica y corazón encendido, se transforma en instrumento de revelación. Me emociona que hayas recogido, como arqueólogo de la palabra, ese maíz sin semilla y la brisa enmudecida: signos de un país en el que el alma ha sido arrendada y los frutos no reconocen ya a sus raíces.
Y qué decir de ese cierre tuyo, tan potente como necesario: los «corazones con martillo» son la fragua viva de una esperanza que no abdica, la resistencia que no pide permiso para soñar.
Gracias infinitas por habitar el poema con tanta profundidad, por devolverme su eco desde otro abismo, y por recordarme que no estamos solos en esta trinchera lírica contra la desmemoria.
Un fuerte abrazo con pólvora de afecto y tinta rebelde,
JUSTO ALDÚ
Y la Patria no se vende
ni se rifa ni se entrega
y quien lucha muy valiente
pone en alto su bandera.
Un abrazo fraterno mi estimado JUSTO ALDÚ.
Asi es mi estimado. Ahora hay una pérdida de esos valores en muchos jóvenes, pero vale recordarlo.
Gracias por tu comentario
Saludos
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