DORMIDA MAÑANA

poetalibre

Jamás me diluí en primaveras 

donde se amarran flores 

y se marchitan presas.

Amante de horizontes sin sobras, 

yo juego con la tormenta...

¡Remolinos de arcilla!

¡jaurías que aprietan!

sólo soy átomo de polvo

que engendra la tierra.

Si a tu voz que llama

cual tremenda ventolera,

me nacen los claveles

¡Martillo y sentencia!.

Si a tu mano mi piel,

¡pergamino de seda!.

Yo soy de tu sed

el agua pura y fresca.

No quieras entender

de vientos y mareas,

la luna nace donde siempre 

y nunca se queda...

Pero vuelve al poniente 

aunque la noche no quiera.

Pero vuelve y brilla

alta y serena,

pero vuelve y brilla 

!de orbe perfecta¡

¿Pero quien soy yo?

sí e

s de Dios, ¡Sentencia!...

 

 

 

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