Jamás me diluí en primaveras
donde se amarran flores
y se marchitan presas.
Amante de horizontes sin sobras,
yo juego con la tormenta...
¡Remolinos de arcilla!
¡jaurías que aprietan!
sólo soy átomo de polvo
que engendra la tierra.
Si a tu voz que llama
cual tremenda ventolera,
me nacen los claveles
¡Martillo y sentencia!.
Si a tu mano mi piel,
¡pergamino de seda!.
Yo soy de tu sed
el agua pura y fresca.
No quieras entender
de vientos y mareas,
la luna nace donde siempre
y nunca se queda...
Pero vuelve al poniente
aunque la noche no quiera.
Pero vuelve y brilla
alta y serena,
pero vuelve y brilla
!de orbe perfecta¡
¿Pero quien soy yo?
sí e
s de Dios, ¡Sentencia!...
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Autor:
poetalibre (
Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2025 a las 02:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, rosi12, Henry Alejandro Morales, ElidethAbreu
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