Con los fragmentos de esperas
en la dársena del puerto,
fabrico un barco sin velas
y floto haciéndome el muerto.
Con los trozos de botella,
después de la botadura,
hago un puzle de las huellas
que dejó el tiempo que dura.
Con los rescoldos del fuego
que va dejando mi ausencia,
hago cubitos de hielo
(en justa correspondencia).
Con la brisa que me toca
cuando ya no estoy al mando,
oigo decir en tu boca:
las letras se van volando.
Nos dijeron
desde el día que nacimos
que la vida es un racimo
lleno de aciertos y errores.
Y crecimos
gateando a cuatro patas,
compartiendo las erratas
con amigos y vecinos.
Y tuvimos
una novia en el colegio,
espinillas y complejos
y una ocasión que perdimos.
Y estudiamos
para hacernos suficientes
como personas decentes
sin más red que nuestras manos.
Y eludimos
las consignas de los sabios
que escupían por sus labios
paradigmas anodinos.
Y juzgamos
a los plebeyos y reyes
siempre con distintas leyes
de las que nos aplicamos.
Y apartamos
los juegos de nuestra infancia
para dar más importancia
a un futuro más profano.
Y nos fuimos
del hogar de nuestros padres
a otro perro que nos ladre
buscando nuevos caminos.
Y juramos
que volveríamos un día
al lugar donde crecía
aquel niño que dejamos.
Y volamos
sorteando las montañas,
los temores y las sañas
con las que nos encontramos.
Y fingimos
ser los dueños de lo nuestro
metiendo dentro de un cesto
los sueños que no cumplimos.
Y engañamos
a nuestros propios antojos
con una venda en los ojos
para no ver si dudamos.
Y supimos
a destiempo que el ocaso
no es más que el siguiente paso
a los años que cumplimos.
Y creimos
que era eterno aquel presente
engañando al subconsciente
con otra copa de vino.
Y observamos
la razón con nuestro prisma
sin saber que es un sofisma
cada verdad que afirmamos.
Y quedamos
retratados en la foto
cuando le dimos el voto
al espejo que miramos.
Y se fueron
los amigos, los vecinos,
las mujeres que quisimos
y los padres que murieron.
Y compramos
una casa, una impresora,
un barquito sin eslora
y un pincel que nunca usamos.
Y perdimos
una letra en mal estado,
un amor mal aparcado
y los besos que no dimos.
Y ponemos
un epitafio en el nicho
donde dice HOY NO FICHO,
PERO ALGÚN DÍA NOS VEREMOS.
Y morimos
sin saber en nuestro lecho
si nos vamos satisfechos
por todo lo que no hicimos.
EPÍLOGO:
Y otra vez
sale el sol por la mañana
escribiendo en tu ventana:
Descanse En Paz el ayer.
-
Autor:
Franjablanca (
Offline)
- Publicado: 3 de agosto de 2025 a las 08:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Nelaery, Pilar Luna, Francisco Javier G. Aguado 😉, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios3
La vida entera contada en un poema, enhorabuena, un saludo
😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘
(tengo más)
La vida es así.
Es como un folio vacío que vamos rellenando con tachones, manchas de tinta, pero que, a veces plasmsmos bonitas historias, seguidas de otras menos bonitas, que nos enseñan a apreciar los buenos momentos, a aprender de nuestros errores,a seguir adelante, a mejorar, a sobrevivir…
Muchas gracias por compartirlo, poeta Franjablanca.
A ti, siempre a ti.
Hoy me voy a quedar sin besos para repartir 😘😘😘😘😘😘
Muchas gracias.Que no te falten.
😘😘😘😘😘😘
Hoy te envío un saludo desde un rinconcito de las Rías Baixas....
Ya tocaba ...!!!
Qué envidia. Allí he comido las mejores mariscadas de mi vida. No creo que haya muchos bares en los que no entrara intentando el suicidio por ingesta de vieiras.
Me estás dando ideas. Lo mismo tiro por allí.
Disfruta hasta la extenuación. Forte apreta
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.