TE BURLAS DE MÍ
Me das risa tú,
cuando crees que tu burla me hiere,
como si no hubiera aprendido antes
que el mundo muerde sin avisar.
Tú llegas tarde.
Mi piel ya sabe de espinas,
mi nombre ha sido dicho en vano
por bocas más afiladas que la tuya.
Te burlás de mis pasos,
pero yo camino con cicatrices limpias.
Tu apenas arrastrás lo que no enfrentás,
y eso... eso no da risa, da pena.
No sabés lo que me costó
no romperme por completo.
No sabés el precio
de sonreír con el alma astillada.
Y aun así sigo.
Sigo sin necesitar que entiendas.
Porque quien conoce su propia verdad
no le teme al eco de una risa ajena.
© Corazón Bardo
-
Autor:
CORAZÓN BARDO (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 3 de agosto de 2025 a las 04:40
- Comentario del autor sobre el poema: Este ejemplar es solo una respuesta para esa persona que presume sus éxitos hasta la marca que usa y aún así se da tiempo para hablar a mis espaldas, reírse de mi estilo de vida y recordarme como si hiciera falta que jamás seré igual que él. Como si eso fuera mi dirección. Jajaja… qué pérdida de tiempo. A estas alturas de mi vida, todavía hay quienes se burlan de lo que no logré, como si mi historia les perteneciera. Pero no saben que esas burlas son miniaturas comparadas con lo que realmente pasé: humillaciones, traiciones… Desde aquel colegio rural donde partí hacia la ciudad, ya pisoteaban mi nombre por venir con ojotitas, por ser el serranito. Ser de la sierra, tener la carita roja, era casi una condena. Y ser un niño del campo, que apenas hablaba castellano y sin padre, era casi una sentencia. Bastaba con cómo me veían para que me rechazaran sin conocerme. Era una discriminación diaria. Hoy las cosas han cambiado, gracias a Dios. Pero en ese tiempo, cada burla era otra herida. Y eso fue solo el inicio. Cuando llegué a la capital, amanecer en la calle no era raro. Ni dormir con hambre. Hasta los que vivían atrapados en la droga, callejeros sin rumbo, se reían de mí. Incluso mi propia familia se burlaba de mí. Pero nada de eso me quebró. No me rompió. Aprendí a ignorar. Y a valorar mis raíces.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: DiegoPala, liocardo, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Me da que no tienes tantos callos como los que presumes. Pero buen intento de hacerte el duro. Eso se aprecia.
Puede que no veas mis callos, pero los tengo. No para presumirlos, sino porque me tocó ganarlos. Igual, gracias por leerme
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.