TE BURLAS DE MÍ
Me das risa tú,
cuando crees que tu burla me hiere,
como si no hubiera aprendido antes
que el mundo muerde sin avisar.
Tú llegas tarde.
Mi piel ya sabe de espinas,
mi nombre ha sido dicho en vano
por bocas más afiladas que la tuya.
Te burlás de mis pasos,
pero yo camino con cicatrices limpias.
Tu apenas arrastrás lo que no enfrentás,
y eso... eso no da risa, da pena.
No sabés lo que me costó
no romperme por completo.
No sabés el precio
de sonreír con el alma astillada.
Y aun así sigo.
Sigo sin necesitar que entiendas.
Porque quien conoce su propia verdad
no le teme al eco de una risa ajena.
© Corazón Bardo