AVISO DE AUSENCIA DE 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮
Soy Licenciado en Lengua y Literatura, en aras de futuro y amistad.
Presentado por Poemas del Alma
Soy Licenciado en Lengua y Literatura, en aras de futuro y amistad.
Presentado por Poemas del Alma
Amargo y agrio
Y mientas haya vida, nacen versos,
los versos que serán mis pedestales:
soldados sin olvido e inmortales,
que luchan por la vida, muy dispersos.
Total, un día somos un recuerdo
de alguno que vivió por la mirada.
Al cabo de ser todo, somos nada,
dejando de vibrar el lado izquierdo.
La vida es un misterio mar adentro,
el verso que se escapa del esquema:
resulta una verdad y un gran problema
pensar, que con vivir, somos el centro.
Se queda la riqueza y el progreso;
el tiempo de artesano conocido.
Por eso es que vivir es lo vivido
y al irnos, ya no hay vueltas ni regreso.
Samuel Dixon
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Autor:
Samuel Dixon (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 2 de agosto de 2025 a las 13:33
- Comentario del autor sobre el poema: La vida es efímera, pero extraordinaria.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 170
- Usuarios favoritos de este poema: Javier Julián Enríquez, Mª Pilar Luna Calvo, Una voz, Llaneza, Tommy Duque, Salvador Santoyo Sánchez, Josué Jaldin, Rafael Escobar, Antonio Miguel Reyes, JUSTO ALDÚ, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, alicia perez hernandez, pasaba, Jaime Alberto Garzón Barrios, Ainaia, noblepoeta, Dux Den, mallito... (Viento de amor), racsonando, Gianella (G.V.E.) 🌹
Comentarios5
Muchas gracias, Samuel, por este bello y reflexivo poema acerca de la condición humana efímera, presentada, como si dijésemos, un enigma marítimo, un verso que desafía la lógica convencional. Si así fuere, la noción de fugacidad existencial se contrapone a la perdurabilidad del arte, simbolizada en los denominados «versos-pedestales». Por otra parte, la muerte, como acontecimiento inevitable, no anula la trascendencia, pues la memoria perdura, aunque la experiencia individual se desvanezca, toda vez que deja un legado intangible. En este sentido, la reflexión metafísica sobre la mortalidad se entrelaza con la valoración del tiempo y la obra humana.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Vivir para morir, la derrota de la vida ante la muerte, no importa cuan intenso vivas, es conformidad, resignación, y un inevitable desenlace, la vida pierde, la muerte gana. Acaso no queremos vivir mas, y decir vivamos mientras podamos, es negar querer vivir mas.
Como tu mismo lo dices: Media vez hay vida, hay versos, luego, estos mueren.
Aunque vivas con la mayor intensidad que quieras, esa intensidad era vana, era una ilusion momentánea, hasta que despertaste a la realidad eterna, la muerte.
Una ilusion o un sueño, por hermoso que sea, no es real, la muerte lo devora, no importa cuantos te recuerden, porque todas esas memorias iran también a la muerte, una tras otra, en un desfile imparable, epitafio tras epitafio.
Muchos aseguran que ser recordado por tu legado te inmortaliza, quizás recuerdan las pirámides que construiste llenas de lujos (versos), pero el muerto dentro de la pirámide, el Faraón, yace muerto imposible de ser resucitado con el recuerdo, y no se llevó ninguna de sus riquezas (versos) al otro mundo, el inframundo. Hasta que quienes se admiran de sus obras, lo sigan en ese viaje al inframundo, uno al que todos iran, sin importar sus memorias.
Yo por mi parte prefiero no resignarme, o no optar por esa vision de resignación a la muerte, ni dejarle la última palabra, si bien conformarse suena sensato, en este caso la locura queda de pie ante el absurdo de vivir para morir, por la eternidad.
Un tema interesante Samuel. Saludos. Esto es lo que pienso.
Dios te bendiga.
asi es poeta cuando partimos de esta vida
no hay regreso
interesanes tus letras
gracias por compartir
La vida es un misterio mar adentro,
el verso que se escapa del esquema:
resulta una verdad y un gran problema
pensar, que con vivir, somos el centro.
besos besos
MISHA
lg
buen cuarteto amega
Total, un día somos un recuerdo
de alguno que vivió por la mirada.
Al cabo de ser todo, somos nada,
Saulos poeta S Dixon
Un poema de hondura existencial, donde cada verso es una grieta luminosa en el muro del tiempo. Con tono reflexivo y honesto, confronta la fugacidad de la vida sin dramatismo, pero con una sabiduría áspera y necesaria.
"Vivir es lo vivido" —una sentencia que queda resonando como eco final y verdad irrebatible.
Amargo, sí… pero también lúcido y bello en su desengaño.
Saludos
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