Te conozco, mascarita, del desfile,
del pregón disfrazado de clemencia,
de ese gesto tan pulcro y tan servil
que oculta bajo el polvo la violencia.
Primero lo niegas: “¡Yo no ambiciono!”,
dices con voz de mármol bien pulido,
pero el cetro te guiña desde el trono
y el pueblo cae en sueños sin sonido.
Tanteas la herida, hurgas donde supura,
recoges los escombros del hastío,
y alzas un estandarte de ternura
hecho con los jirones del vacío.
Prometes, como siempre, redención,
aquel milagro eterno y postergado,
pero al cerrar el trato, tu ambición
se viste de patriota maquillado.
“¡Soy el hijo del campo y de la bruma!
¡El nieto de la estrella proletaria!”
Y el pueblo —que en la espera se consuma—
te entrega la esperanza funeraria.
Después, la vanidad abre sus garras,
ya el poder se te sube por la espalda;
desempolvas los códigos de espadas
y alzas la ley que embiste y no resguarda.
Los años te envejecen la careta,
mas no el instinto oscuro de serpiente;
quieres quedar clavado en la roseta,
bajo el disfraz del “padre permanente”.
Te conozco, mascarita de papel,
inmortal en promesas recicladas:
nos vendes un país color pastel
mientras rompes las urnas con espadas.
¿Crees que no sabemos tu jugada?
¿Que el coro no recuerda tu función?
Pero el pueblo, aunque a veces se desangra,
no olvida quién jugó de redención.
Y un día —nunca sabrás cuándo ni cómo—
te caerá la careta en plena plaza,
y el eco de tu nombre en el aplomo
dirá: “Mascarita, tu tiempo pasa”.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2025 a las 10:20
- Comentario del autor sobre el poema: El poema no cuenta con rima ni métrica exacta. Tal parece que eso les molesta a algunos. Lo siento por ellos. Cada quien escribe lo que quiere en su espacio. La envidia hay que superarla, igual que la crítica destructiva.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza, Tommy Duque, Mª Pilar Luna Calvo, Nelaery, El Hombre de la Rosa, Javier Julián Enríquez, MISHA lg, Salvador Santoyo Sánchez, LOURDES TARRATS, Hernán J. Moreyra, Josué Jaldin, Rafael Escobar, Antonio Miguel Reyes, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Mauro Enrique Lopez Z., William26🫶, Henry Alejandro Morales, alicia perez hernandez
Comentarios8
Como un lobo disfrazado de cordero.
Muchas gracias por recordarnos que hay muchas personas así, poeta Justo.
gracias por tu visita, lectura y comentario amiga.,
Saludos
Saludos.
En mi primera niñez las máscaras estaban prohibidas, y los que las usaban vigilados, controlados y perseguidos, detenidos, encarcelados, torturados y hasta, en ocasiones, desaparecidos o asesinados. Sé de qué habla usted en su poema, y se agradece su difusión.
Gracias.
Muchas gracias por tu visita, lectura y comentario
Saludos.
Muchas gracias, JUSTO, por este gran y reflexivo poema que plasma una aguda crítica sociopolítica, velada en la alegoría de una «mascarita» que personifica el poder engañoso. De esta manera, la repetición de la imagen de la máscara pone de manifiesto la falsedad inherente al liderazgo que promete redención, si bien únicamente siembra desilusión. Por otra parte, la metáfora del «país color pastel» se erige como un contrapunto que contrasta con la violencia subyacente, toda vez que denuncia así la hipocresía del gobernante. En este sentido, el poema explora la naturaleza cíclica del poder y la memoria colectiva, que, a pesar de las manipulaciones, conserva la capacidad de desenmascarar la farsa. Asimismo, la caída de la «mascarita» puede ser interpretada como una representación simbólica de la justicia poética y la inevitabilidad de la rendición de cuentas.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Has desentrañado con finura el corazón del poema y sus veladuras simbólicas. Y cierras con una verdad: La inevitabilidad de la rendición de cuentas. Aquello que muchos creen que no llega, pero sí,.
Gracias por tu comentario amigo.
saludo.
Te conozco mascarita!!!
Has traído a mi mente un dicho de antaño perdido en el tiempo, pero a su vez, tan lamentablemente propicio para la época, mi estimado amigo Justo.
Gracias por tus letras compartidas.
Un abrazo y buen finde.
Gracias Luis por tu visita lectura y comentario, saludos.
El contenido es muy bueno, supongo que es la mascarita de los políticos.
Aquí es donde yo creo que, aunque no lleve rima exacta, el poema es bueno,
y surge en mi la duda, ¿que es más importante, la métrica, o el contenido?.
Hay poemas muy malos, pero con métrica adecuada.
¿que es lo mejor?
Como aprendiz, es razonable mi duda.
Saludos poeta Justo Aldú
Por supuesto Salvador. De políticos y de muchos que usan caretas.
Gracias por tu visita y comentario.
Saludos
👍🏻🙋🏻♂️
Querido Justo,
Tu poema me ha conmovido profundamente. Has logrado un equilibrio admirable entre la forma clásica y una crítica social que no solo interpela, sino que deja huella.
Hay una fuerza serena en tus versos, una precisión que no necesita alzar la voz para hacerse sentir. Esa “mascarita” que nos presentas es mucho más que un símbolo: es el rostro eterno de la traición disfrazada de promesa, de la ambición que se viste de ternura para perpetuarse sin pudor.
La imagen de la esperanza funeraria se me ha quedado grabada. Es una verdad dolorosa, poética, que resume con elegancia el desencanto de los pueblos.
Te felicito sinceramente por esta obra. Más allá de la crítica, es memoria viva, es advertencia, es arte que no se olvida.
Te aplaudo de pie, aunque el gesto me quede grande.
Un abrazo sincero,
Lourdes
Qué palabras tan generosas y profundas… Gracias de corazón. Me alegra saber que el poema logró tocar esa fibra que va más allá de la forma: la del pensamiento y la memoria compartida.
Esa “mascarita” que mencionas, sí, es también la nuestra —la que, como pueblos, a veces nos ponemos sin querer, o nos hacen llevar. Tu lectura no solo honra el texto, sino que lo enriquece con una mirada lúcida y sentida.
Disculpa por responder con algo de demora, tenía trabajo pendiente, pero no quería dejar pasar tu mensaje sin agradecerlo como merece.
Recibo tu aplauso con humildad… y te devuelvo un abrazo igualmente sincero y solidario.
Cuántas verdades en sus versos:
Prometes, como siempre, redención,
aquel milagro eterno y postergado,
pero al cerrar el trato, tu ambición
se viste de patriota maquillado.
Es algo que los mercenarios siempre hacen. Atropellan al pobre y labrador de las tierras. Excelente trabajo.
Asi es amigo, gracias por tu vsita, lectura y comentario.
Saludos
En temática, o sea injusticia, publiqué hoy. Pero, siempre es un gusto
Te conozco mascarita enredada entre mis sueños.
Excelente, Justo
Gracias Patricia por tu lectura y comentario amiga.
Saludos
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