El hombre va por la calle,
nadie lo mira ni espera,
camina con paso lento
y el alma hecha madera.
Aunque el sol vaya sonriendo
y el bus repleto de vidas,
él va como quien no espera
ni milagros ni salida.
No quiere fiesta ni besos,
ni promesas que lo engañen,
sólo un café compartido
y unos ojos que le hablen.
Pero ya nadie conversa,
nadie escucha de verdad,
todos viven distraídos
tras la pantalla fugaz.
Así sigue su rutina,
el trabajo, el caminar,
y al llegar la noche sola
deja un verso sin nombrar.
Se acuesta sin un te quiero
ni mensajes, ni una flor,
y se duerme con la radio,
con su sombra y su dolor.
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Autor:
Gusechag (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2025 a las 21:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Salvador Santoyo Sánchez, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa, Pilar Luna
Comentarios1
sólo un café compartido
y unos ojos que le hablen.
Pero ya nadie conversa,
nadie escucha de verdad,
todos viven distraídos
tras la pantalla fugaz.
Buena letras reflexivas.
Saludos poeta Gustavo Echegaray
Gracias por tu visita apreciado poeta
🙋♂️👍
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