Renuncio a que tus manos sigan hurgando en mis miedos,
a que tus labios desentierren mis inseguridades,
a que tu cuerpo se funda con el sudor de mis sentidos.
Renuncio al deseo que me ofreces,
a la lujuria que enciendes con sólo mirarme,
a esa promesa ardiente de entregarme todo:
tus ojos, tu voz, tu sonrisa.
Una parte de ti vive en mí,
aunque no lo quiera,
viajas en el viento como una caricia tenue al amanecer,
o como el soplo helado que se cuela
en las noches más oscuras.
Y al alba,
despiertas sereno, casi santo,
como un velo blanco suspendido en la fe
—o en la condena—
el velo de una novia temblando ante Dios…
o ante el demonio.
Eres contradicción:
bálsamo y herida,
seguridad envuelta en terror.
Ahora te observo,
hundido en tu pozo de mentiras,
donde ya no queda más que hueso,
silencio,
y olvido.
-S.S
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Autor:
Sara Sofia Bocanegra Carvajal (
Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2025 a las 17:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Salvador Santoyo Sánchez, EmilianoDR, Lualpri, **~EMYZAG~**, Josué Jaldin, ElidethAbreu, Henry Alejandro Morales, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Hermoso poema, felicidades. Me gustó
Saludos poetisa Sara Sofia ✅🙋♂️👍
Muchas gracias por tus palabras, me alegra que te haya gustado.
¡Un abrazo poético!
🙋♂️👍
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