Nací entre platos rotos
que me enseñaron a sonreír mientras barría.
Vi a mujeres doblarse
como sábanas limpias sobre camas ajenas,
y a dar gracias por hombres
que nunca supieron cómo se carga un alma.
Me dijeron que el yerno es un rey
aunque traiga barro en los zapatos
y ojos que no saben quedarse.
Pero a la nuera se le exige pureza,
servicio, silencio,
y una sonrisa que no se agriete
ni siquiera en la humillación.
Al hombre que engaña
se le aplaude como si la traición
fuera un deporte de alto rendimiento.
A la mujer que respira por sí sola,
la llaman desleal,
como si vivir para una misma
fuera un crimen.
Y lo triste, lo que más duele,
es que muchas de esas piedras
las lanzan manos de mujer.
Madres que enseñan a sus hijas
a bajar la voz,
a tragarse el fuego,
a arder en secreto.
Pero yo nací con la lengua sin nudos,
la espalda erguida,
y la osadía de decir: no.
No soy la oveja negra.
Soy la que dejó de pastar en lo mismo.
Soy la que se salió del corral
cuando notó que el lobo
vestía apellidos familiares.
Me llaman rebelde,
porque no sé obedecer injusticias.
Me llaman sola,
porque no cargo con alguien
que me quiera ver debajo.
No vine a heredar cadenas.
No vine a replicar silencios.
Y si eso me cuesta el cariño de los míos,
que así sea.
Prefiero perder la mesa,
antes que sentarme a servir
mientras todos brindan
por mi sumisión.
Yasuara Melgara
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Autor:
Jasuara Melgara (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 31 de julio de 2025 a las 01:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Yasuara Melgara, alicia perez hernandez, Nelaery, Tommy Duque, Mauro Enrique Lopez Z., Antonio Miguel Reyes, Roberto D. Yoro, Andy Lakota👨🚀
Comentarios2
Es triste ver cómo muchas mujeres se ven doblegadas por hombres que no las merecen.
Es mejor estar sola que acompañada por un hombre que te desprecia.
Muchas gracias por compartirlo, poetisa Yasuara.
Así es, las mujeres que aceptan vivir así es porque están de acuerdo con que la mujer debe ser sumisa, y se va pasando por generaciones su estilo de vida, sus creencias. Gracias a usted por leer, saludos.
Gracias a usted.
Saludos.
Gracias a usted.
Saludos.
Cuando aparece un poema así, tan verdaderamente, hay que aprovecharlo.
Mi enhorabuena.
Saludos.
Gracias por leer. Saludos.
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