Dopado

churrasco sabrozo



Dopado

quien diría que una simple pastilla

blanca de 8 milímetros podría

hacerme cambiar de anatomía

de alterar el iris de mis pupilas

de sacar el caballo que guardo

celosamente, bajo las costillas

estoy dopado

por algo tan simple

como un resfriado

un simple resfriado

me prendió más

cuando la mujercita vino

y me saludó de la emoción

que mi mirada

verde-azulada

le provocó, no, le dije

son ojos pardos, los que viste

y sonrió, coquetamente 

mientras sigilosamente como una pantera

se restregó a mí

y pude sentir sus carnes al rojo vivo

a la espera de un castigo

mientras sonreía y sus labios

se ponían cada vez más rojos

y turgentes, maldita sea la hora

en que la devoré diría mi gansito

ahora estoy de rojo y te juro que repito

si me das espacio y 15 minutos

de los de cohelo, con eso tengo

para llevarte y traerte al cielo

pero, oh, sorpresa

despierto como un soldado firme y serio

buscando refugio, o tal vez consuelo

estoy dopado, vaya suerte la mía

que te esperaba desde hace un mes

cuando aún no eras mía.

 

 

  

 

 

 

 

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.