Dopado
quien diría que una simple pastilla
blanca de 8 milímetros podría
hacerme cambiar de anatomía
de alterar el iris de mis pupilas
de sacar el caballo que guardo
celosamente, bajo las costillas
estoy dopado
por algo tan simple
como un resfriado
un simple resfriado
me prendió más
cuando la mujercita vino
y me saludó de la emoción
que mi mirada
verde-azulada
le provocó, no, le dije
son ojos pardos, los que viste
y sonrió, coquetamente
mientras sigilosamente como una pantera
se restregó a mí
y pude sentir sus carnes al rojo vivo
a la espera de un castigo
mientras sonreía y sus labios
se ponían cada vez más rojos
y turgentes, maldita sea la hora
en que la devoré diría mi gansito
ahora estoy de rojo y te juro que repito
si me das espacio y 15 minutos
de los de cohelo, con eso tengo
para llevarte y traerte al cielo
pero, oh, sorpresa
despierto como un soldado firme y serio
buscando refugio, o tal vez consuelo
estoy dopado, vaya suerte la mía
que te esperaba desde hace un mes
cuando aún no eras mía.