A veces llega, sin razón,
una sonrisa en mi rincón.
Con solo un guiño desde lejos
rompe la tarde y sus reflejos.
Te escribo sin flor ni promesa,
sin cartas dulces en la mesa,
sin la intención de que te acerques,
ni la ilusión de que me nombres.
La pensé princesa, sin cuento,
sin trono, historia ni argumento.
Y algo en mí se volvió brisa,
pasajera, leve, imprecisa.
Somos dos fuegos, lo entendí,
que arden sin rumbo y sin porfía.
Y aunque jamás llegues a mí,
hay quien te piensa todavía.
Y si algún día, sin querer,
sientes ternura al florecer,
fui yo, sin nombre ni bandera,
escribiéndote el poema
que nunca leerás.
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Autor:
Cronista sin puerto (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 29 de julio de 2025 a las 17:04
- Categoría: Amor
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, Luzcero MA., Mauro Enrique Lopez Z., Nelaery, alicia perez hernandez, Pilar Luna, liocardo, Ricardo Castillo.
Comentarios2
tiernas y dulces letras amor poeta
gracias por compartir
La pensé princesa, sin cuento,
sin trono, historia ni argumento.
Y algo en mí se volvió brisa,
pasajera, leve, imprecisa.
besos besos
MISHA
lg
Es muy bonito tu poema de amor que, pese a dirigirse a una persona ausente, deja un cierto hilo de esperanza.
Muchas gracias por comoartirlo, poeta Cronista sin puerto.
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