Hablé con Dios
Voy a la ermita,
al altar mayor,
donde una lámpara respira
su leve luz cansada,
y el aire, húmedo y viejo,
es incienso que se aferra a los siglos.
Las paredes murmuran en sombras,
y el eco se arrodilla.
Aquí vine a hablarle a Dios.
Traía en mis manos
un desengaño hondo,
una grieta de ausencia,
y un manantial de lágrimas
que no eran mías.
Fluyen, inconsolables,
de otros ojos,
de aquellos que aman hasta el dolor,
que odian hasta quebrarse.
Traía sus lágrimas,
sus gritos secos,
sus voces silenciadas por el tiempo.
Yo, solo un puente roto,
traté de entregárselas al cielo.
Le ofrecí mis manos llenas de agua,
pero el aire se las llevó
y dejó en mí un cántaro seco,
un vacío sin nombre.
El cielo no habló.
Solo el incienso ascendió,
y con él, mis manos vacías.
Al salir,
el mismo silencio me aguardaba.
Pero esta vez,
era mío.
Lo que no dijo el cielo…
me lo dijo el silencio.
— L.T.
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Autor:
LOURDES TARRATS (
Offline)
- Publicado: 29 de julio de 2025 a las 01:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z., Henry Alejandro Morales, Javier Julián Enríquez, Josué Jaldin, ElidethAbreu, Roberto D. Yoro, Pilar Luna, liocardo, Alexandra I
Comentarios5
Geniales estrofas has escrito para deleite de la poesía
Recibe un abrazo de Críspulo
El Hombre de la Rosa
GRACIAS AMIGO, CRISPULO.
LE AGRADESCO LAS BELLAS PALABRAS
LOURDES
En lo personal, prefiero hablarle en la comodidad de mi casa, sin gente con algarabía y con prejuicios callados, por el solemne momento.
Pero confío, que como usted mi estimada poetisa, existan personas, que verdaderamente vayan por fe y no por temor a ser condenados, o por puro fanatismo. Saludos y abrazos mi estimada.
Gracias por compartir tu sentir tan genuino. Yo también creo que la conexión con lo divino trasciende los rituales y se anida en el corazón sincero, donde no hay ruido ni juicio, solo verdad.
Mi poema es un susurro desde ese rincón del alma donde el diálogo con Dios no necesita de testigos, ni de temor, sino de fe viva y amor sin máscaras.
Te abrazo con gratitud por tu lectura profunda y por caminar también con esa luz serena que no se impone, pero guía.
----L.T.
_
😄✌
Que gran privilegio querida Lourdes el poder ir y hablar con Dios y poner a sus pies pesares, dudas, decepciones.
Ese que nos ha creado con amor infinito, que desde su magnificencia, atiende cada detalles que perturba, que aturde y con su escucha aliviana nuestras cargas.
Finalmente, ese silencio ganado, que restaura y nos ayuda a recalibrar, a erguirnos a la estatura de una mujer completa, plena y viva, tal y como Dios no ha pensado.
Me ha llenado de un sentir y una luz que no imaginas, amiga. Tengo una buena amistad con Dios y me responde, no con lo que busco, con lo que necesito.
Gracias por este momento.
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