Un adorno vacío en los labios.
Los ojos cuentan lo vivido.
La melancolía, inquilino permanente.
Un muro de “no me importa nada”,
corteza de silencio diario.
Dentro, se astilla el alma.
El miedo es una piedra
con la lengua estrangulada:
no cumplir el papel asignado,
aflojar la atadura del lazo.
Decepcionar, quitarse el abrigo.
Y un día: despertar.
Ver la fisura del tuétano,
mancillarse la esencia.
Desgarrar la herencia impuesta.
Caminar con la piel expuesta.
Salir.
Gritar:
¡No esperéis nada de mí!
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Autor:
Clara Verdoy (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2025 a las 08:37
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Cuántos silencios llevamos como adornos vacíos? Un grito es, a veces, la única verdad.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., Andy Lakota👨🚀, Carlos Baldelomar, José Luis Galarza, EmilianoDR, alicia perez hernandez
Comentarios2
Al final, nunca antes, lo que más habla y dice de nosotros son nuestros propios silencios, esos vacíos que nos cuestan ya arrastrar
Totalmente, esos vacíos que dicen todo, gracias por tu comentario.
Saludos,
Clara
¡No esperéis nada de mí! Muy bien dicho!! felicidades! poeta Clara
Muchas gracias Alicia. Un saludo.
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