Fuimos

Rosa Karina

Éramos deseo sin promesas,

un susurro que se encendía al mirarnos,

la certeza de que, por un momento,

todo ardía sin miedo a apagarse.

 

Nos rozamos como se rozan las dudas,

lentos, callados, sin quedarnos del todo,

con la piel aprendiendo despedidas

mientras aún éramos presencia.

 

Fue placer, sí,

pero también fue un instante frágil,

un latido guardado en secreto,

una llama que sabía su final.

 

Hoy no queda fuego, solo brisa,

un recuerdo que pasa como sombra,

un eco de lo que fuimos

cuando fuimos solo ganas de ser.

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Comentarios +

Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    La genialidad de tu pluma alumbra tus bellas estrofas de sabiduria gracias Rosa
    Saludos desde el Norte de España de Críspulo
    El Hombre de la Rosa



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