Rosa Karina

Fuimos

Éramos deseo sin promesas,

un susurro que se encendía al mirarnos,

la certeza de que, por un momento,

todo ardía sin miedo a apagarse.

 

Nos rozamos como se rozan las dudas,

lentos, callados, sin quedarnos del todo,

con la piel aprendiendo despedidas

mientras aún éramos presencia.

 

Fue placer, sí,

pero también fue un instante frágil,

un latido guardado en secreto,

una llama que sabía su final.

 

Hoy no queda fuego, solo brisa,

un recuerdo que pasa como sombra,

un eco de lo que fuimos

cuando fuimos solo ganas de ser.