KAEL

Wilson Delgado

Había una vez un lobo llamado Kael.

Fuerte, valiente… pero con el alma rota.

Vivía con el ceño fruncido y los colmillos listos, como quien ha sido herido demasiadas veces y ya no confía ni en la brisa.

Su pareja, una dulce loba llamada Alía, lo amaba con una paciencia que ya no se fabrica.

Lo abrazaba cuando él empujaba.

Lo esperaba cuando él huía.

Y lo perdonaba… aunque él ni lo pidiera.

 

Pero esa noche fue diferente.

 

Discutieron. Fuerte.

—¡Nunca entiendes nada! —ladró Kael, cegado por su propio dolor.

—¿Y tú cuándo dejarás de pelear por todo? —respondió Alía, con el alma cansada.

 

Esa noche no hubo abrazo.

No hubo perdón.

Solo silencio. Y orgullo.

Y al amanecer…

el corazón de Alía ya no latía.

 

Partió sin hacer ruido.

Como si el bosque, cansado de ver su tristeza, se la hubiese llevado en un suspiro.

 

Kael cayó.

No por fuera. Por dentro.

Se le rompió el alma, como se rompen las cosas que uno da por sentadas.

 

Pasaron los días, y el dolor no menguaba.

Hasta que un búho viejo y sabio descendió de un árbol y se posó frente a él.

 

—¿Por qué lloras, pequeño lobo?

 

Kael apenas pudo responder:

 

—Discutimos por tonterías…

No me despedí. No le dije “te amo”.

Me dormí creyendo que tendría tiempo.

Y ella no despertó.

 

El búho lo miró con ternura y preguntó:

 

—Dime, Kael…

¿Valía la pena tener la razón esa noche?

¿Valía la pena guardar silencio, solo por orgullo?

 

El lobo cerró los ojos y susurró, roto:

 

—No…

Cambiaría mil razones por un minuto más con ella.

 

Entonces el búho, antes de emprender vuelo, le dijo:

 

—Ama con paciencia.

Perdona con el corazón.

Porque nunca sabes cuál “buenas noches”… será el último.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios2

  • alicia perez hernandez

    PARA LLEVARNOS A REFLEXIONAR TUS VERSOS ES UNA GRAN VERDAD NO SABES SI TENDRÁS LA OPORTUNIDAD DE DESPEDIRTE DE LAS PERSONAS QUE AMAS, SALUDOS, POETA

  • El Hombre de la Rosa

    Muchas gracia por tu genial versar
    Recibe un abrazo de Críspulo
    El Hombre de la Rosa



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.