¿A dónde vas?,
sabía la respuesta,
«a ningún lado»…
corría sin escuchar mis pasos.
Ese calor que fluye,
es el de los músculos marchando,
con dolor y fuerza,
debí escuchar más mis pasos.
La pisada se desvía un poco,
el puente se tambalea,
el cielo cambia… pero seguí flotando,
aunque debí escuchar más a mis pasos.
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Autor:
Romina Delucetti (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2025 a las 10:16
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa, Josué Jaldin, pasaba, Pilar Luna
Comentarios1
Fantásticas tus preciadas estrofas estimada Romina
Recibe un abrazo de Críspalo desde Torrelavega.
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias compañero poeta! Te lo agradezco tanto.
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