El rimador de lo cotidiano
por Wii
Yo soy el rimador de lo cotidiano,
el que anota el paso torpe del lunes,
la tostada que cae —del lado untado, siempre—,
y la llamada que no llegó cuando ardía.
No busco musas: me basta el polvo
que duerme sobre lo que amamos sin saberlo.
El zumbido del refrigerador a medianoche
es mi tambor de guerra íntima.
Versifico al vecino que tose tres veces
antes de prender el televisor,
al perro que ladra a ruinas invisibles,
y al sudor que traza mapas en la camisa del obrero
mientras piensa en una vida sin recibos ni jefes.
Yo rimo la rabia que no se grita,
el bostezo en misa,
la llave que no gira,
y ese "estoy bien" que no engaña ni al espejo.
Mi épica es breve:
una cuchara hundida en arroz frío,
una madre contando segundos en el microondas,
un cuerpo que no duerme, pero no se queja.
No quiero flores: las reparten por costumbre.
No quiero dioses:
se parecen demasiado
a quienes firman desde arriba.
No aspiro a eternidad:
prefiero el instante que duele,
que pasa,
que deja marca sin autorización.
Así escribo:
sin lira, sin mármol, sin mito.
Con la costra del día bajo las uñas
y un poema agazapado en la lengua,
como un secreto que arde,
y huele a infancia
recién descompuesta.
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El charco
por Wii
Hay un charco en la calle de siempre,
nacido de una fuga y un olvido.
No mide más que un paso mal dado,
pero ayer vi una hormiga
detenerse en su orilla
como quien contempla el fin del mundo.
Para el gorrión fue espejo,
para el zapato, emboscada,
para el niño, océano sin mapas.
Lo miré y sentí
que también mi vida
cabía entera ahí:
el reflejo roto de un cielo cansado,
la hoja a la deriva,
y ese mosquito
que insiste en existir
como si la necedad
fuera su modo de durar.
El charco no quiere metáforas:
es agua sucia,
con bordes que tiemblan
cuando pasa un autobús.
Pero en su silencio
recoge más verdades
que un sermón de domingo.
A veces la lluvia le devuelve cuerpo,
hinchándolo con orgullo de charco.
Otras, el sol lo deja reseco,
como promesa rota,
como ganas que ya no saben volver.
Hoy salté sobre él.
No por juego: por respeto.
Porque hay charcos
que merecen ser rodeados
como se rodea un recuerdo
que aún escuece.
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Autor:
Wii (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 15 de julio de 2025 a las 00:02
- Comentario del autor sobre el poema: "El rimador de lo cotidiano" nació de una necesidad: la de romper con la idea de que lo poético solo vive en lo sublime, lo etéreo o lo extraordinario. Este poema es, en el fondo, una declaración de principios. Yo no escribo desde la cima del Olimpo, ni espero que una musa me visite. Escribo desde el polvo acumulado en las esquinas, desde el zumbido persistente de un electrodoméstico, desde el bostezo reprimido en una misa larga o el silencio tenso de alguien que dice "estoy bien" y no lo está. Este poema es mi forma de decir que la belleza —y también la tragedia— están en lo que no solemos mirar: la cuchara hundida en el arroz frío, la rutina de una madre, el sudor del que trabaja sin aplausos. No hay héroes aquí, pero sí hay épica. Porque sobrevivir sin épica también es una hazaña. Rechazo la flor como adorno vacío y los dioses que se parecen a los patrones. No quiero eternidad: quiero el instante. Ese que pasa y nos deja una herida leve, pero honda. Escribo con la costra del día bajo las uñas, porque creo que la poesía no debe limpiarse antes de salir. Que huela. Que arda. Que tenga cuerpo. Que sea como la infancia cuando empieza a pudrirse: irrepetible, incómoda, inolvidable.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Josué Gutiérrez Jaldin, Tommy Duque, LORENZO ARATU, Roberto D. Yoro, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
Es cierto, lo cotidiano no sé escribe con palabras y frases rebuscadas... tiene su propio lenguaje.
Muy buenas tus letras.
Saludos William.
Gracias por el comentario amigo...saludos.
Muy buenos ambos poemas, pero tu comentario de autor fue lo mejor amigo mío...
Yo soy un poeta que se forjó asímismo en el dolor de las penas de amor, en la tristeza por el alejamiento de los seres amados, por eso para mí la mejor musa es doña tristeza, porque no te permite escribir si no estás triste...
Un abrazo mi querido amigo William...
Al menos algo te gustó...😁
Gracias por dejar tu comentario. Se agradece sobremanera.
Saludos desde mi caluroso país...32 grados y casi cocinado en mi estudio.
JAJAJAJAJAJ.....acá nos debatimos con un rico y heladísimo frío...
https://www.poemas-del-alma.com/blog/tablero-de-ideas
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