De Austin Mora Badilla, desde su cotidianidad.
No sé por qué me vino esta pregunta hoy.
Tal vez fue el silencio de la casa, el café que se enfría sobre la mesa, o el viento que pasa por el balcón sin pedir permiso.
Pero me vino.
Y no pude ignorarla.
¿Qué es la vida?
Y no lo sé.
Pero igual respondo,porque hay cosas que aunque no se sepan, igual se sienten.
La vida, para mí,es un entramado.
Una mezcla inabarcable de circunstancias, situaciones que nos llegan sin aviso,palabras que nos marcan,emociones que se enredan con los días, pensamientos que dan vueltas sin decir adónde van.
Es eso:una trama invisible que se transforma todo el tiempo, y que a la vez nos transforma.
Un conjunto de símbolos, de encuentros,
de gestos mínimos,que van construyendo la realidad en la que respiramos.
La vida es eso que late mientras uno mira por la ventana y se pregunta qué sentido tiene todo
Y entonces quizás ahí nace la respuesta más honesta que tengo a otra pregunta, ¿Cuál es el sentido de la vida?
El sentido de la vida está en la misma pregunta.
Porque en la pregunta nace el paso, y en el paso, el camino.
Y en el camino, la búsqueda.
Y si no hay búsqueda, no hay movimiento.
Y si no hay movimiento, no hay vida.
El sentido está en buscarlo.
En no saber y aún así seguir.
En amar la pregunta aunque duela no tener la respuesta.
La vida es ese aliento, ese motor que se enciende cuando dudamos,cuando anhelamos,cuando algo dentro de nosotros dice: “quiero entender”.
Y tal vez nunca entendamos.
Pero en el intento, nos volvemos humanos.
Este pensamiento no nace de los libros, ni de una teoría lejana. Nace de mí, de mi café humeando en soledad, del polvo que entra por la ventana, de mirar el cielo sin saber por qué me quedé tan quieto.
Nace de la cotidianidad que vivo, y que también me piensa a mí.
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Autor:
Austin Mora (
Online)
- Publicado: 13 de julio de 2025 a las 17:15
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, Polvora
Comentarios1
Una reflexión sincera y lúcida que convierte la incertidumbre en motor existencial. No busca respuestas definitivas, sino que celebra la pregunta como centro vital. Humano, íntimo, necesario.
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