Y aquí estoy
Expiando la culpa de mi conciencia
A la espera del castigo del Dios justo.
Tanilo murió.
Y no volvió a mí el milagro de la vida,
ni Natalia.
Cruzamos el polvo,
le arrancamos la carne al camino,
le suplicamos a la virgen
con la boca sucia de deseo.
Él creía,
Nosotros no.
Cargamos su cuerpo y su fe
hasta que se quebraron las dos,
allí donde la tierra huele a sudor y penitencia.
Después…
ella se fue,
La culpa le carcomia la conciencia y de mi ni de zenzontla, ya nada quiso saber.
No dijo nada.
Ni falta hizo.
Yo me quedé.
No con ella.
No con Dios.
Con esto:
una culpa que no descansa.
Y se que tengo que pagar
Hasta el último pecado,
Con la sed de mi hermano
Y el peso de su muerte.
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Autor:
mosheh oyiramak (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 13 de julio de 2025 a las 14:43
- Comentario del autor sobre el poema: Poema inspirado en el cuento "Talpa" de Juan rulfo. Mi cuento favorito. Si no lo han leído se los recomiendo muchísimo y lo puedo encontrar narrado por el mismo autor y es genial, pues le pone el ritmo y tono melancólico y de dolor y culpa que tiene el cuento.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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