El tiempo es un juez sin alma ni pena,
que borra caricias sin ver el dolor.
Nos da primaveras cuando es demasiado tarde
y roba los besos que dicta el amor.
Tú eres el alba, yo el sol que se apaga,
y aunque mis manos te quieran tocar,
el tiempo nos dice que todo es en vano,
que nada a su sombra podrá perdurar.
¡Qué ironía amarga la que nos toca,
qué cruel sentencia nos da el destino!
Tú apenas empiezas a amar la vida,
yo ya transito mi último camino.
Pero no importa si nunca me tienes,
si este naufragio no tiene final.
Porque en tu risa mi muerte renace,
y aunque me duela, me hace soñar.
-
Autor:
Juan de Marco (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 10 de julio de 2025 a las 18:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.