Te guardo en el cuenco tibio
de mis manos de algodón,
como se guarda el rocío
en la pestaña del sol.
Te hice un rincón en mi taza de té,
justo donde se enfría el primer sorbo,
y escondí tu nombre en el vapor,
para que sólo yo lo sepa cuando bebo.
Guardo tu risa en mi manga izquierda,
donde nadie más busca cosas valiosas,
y si otra la escucha,
no sabrá que pasó por mis oídos primero.
No es celosía, amor, es abrigo:
te llevo conmigo como quien lleva
una canción que nadie más recuerda,
y no quiere enseñar la letra.
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Autor:
Dianne Daxton (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de julio de 2025 a las 23:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: **~EMYZAG~**, alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., JUSTO ALDÚ
Comentarios1
Este poema es un canto a la ternura silenciosa, a la intimidad amorosa que se vive en pequeños rituales secretos. Un homenaje al amor que no necesita exhibirse, sino que florece en el resguardo del corazón y los gestos cotidianos.
Saludos cordiales.
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