¡Ay, madre!
Qué tienes, qué te pasa, dime.
Tan insistente.
Quizás no sea correcto irme. Lo sé.
Pero déjame libre,
que mi esencia vuele que yo cantaré,
y no vuelvas a decirme...
¡Quédate!
A mi modo. Rebelde.
Hacia un ente que no me pertenece,
que el alma me remueve,
y yo le digo que si, cuando me sonríe...
El cual me percibe
como una voz aislada que no fluye,
pero me dice
que la vida esta hecha para ser libre...
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Autor:
el brujo de letziaga (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de julio de 2025 a las 01:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Tu genial pluma borda los versos que escribe
Saludos afectuosos de Críspulo
El Hombre de la Rosa
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